Durante la madrugada de este sábado 21 de agosto, se despidió físicamente Maja Poljak de Villegas, madre de los periodistas Ernesto, Vladimir, Mario y Asia Villegas, y viuda del luchador izquierdista, Cruz Villegas.
A tempranas horas de la mañana, el penúltimo de sus hijos, Vladimir, escribió en la red social twitter: “Se nos fue la vieja Maja Poljak de Villegas. Una mujer maravillosa. La mejor madre del mundo. Luchadora de toda la vida…”.
Oriunda de Zagreb, Croacia (antigua Yugoslavia), y de ascendencia judía, Maja Poljak fue una reconocida periodista que ejerció su profesión en Venezuela, país al que adoptó como propio. Fue leal esposa de Cruz Villegas, desaparecido dirigente sindical comunista, descrito por sus propios hijos como hombre noble “de firmes principios y de gran sensibilidad social”.
Sus hijos, Vladimir y Ernesto Villegas, han escrito de la constancia y tenacidad que Maja manifestó durante los años de dictadura y represión política, en los cuales no abandonó a su compañero de vida, sino que le apoyó en los “duros combates contra la injusticia y por un mundo mejor”.
En 1955, Cruz Villegas estuvo confinado en Maroa y luego en Puerto Ayacucho, por negarse a cambiar su libertad por el abandono de actividades contra la dictadura.
Hasta la caída de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, su esposa le acompañó junto a sus hijos Alicia, Mario, Clara y Esperanza. Fueron 4 años de dura brega en la selva amazónica, en los cuales Maja fundó una escuela de taquimecanografía y también hizo las veces de corresponsal de El Nacional.
En el año 2001, la talentosa periodista inmortalizó relatos de toda una vida, en la obra “Maja: Anecdotario”, con prólogos de Guillermo García Ponce y Jerónimo Carrerra, que fue editado en Maracay por el Fondo Editorial El Comercio.
El velorio se efectuará en la Funeraria Vallés, ubicada en el sector La Florida de Caracas, y el funeral será el día domingo a las 2:00 de la tarde en el Cementerio del Este, en La Guairita.
La desaparición física de esta fuerte y noble mujer, es lamentada por la familia Correo del Orinoco, quienes nos unimos y acompañamos en sentimientos a sus hijos, especialmente a Vladimir y Ernesto, así como a familiares y amigos.