Por qué los aeropuertos europeos están al borde del colapso

Europa ve con preocupación el incipiente colapso que están atravesando muchos de los aeropuertos locales. Con la flexibilización de las restricciones sanitarias, la cantidad de pasajeros en todo el mundo se incrementó abruptamente, aunque el panorama es complicado y genera un gran caos, con filas muy extensas, demoras que parecen eternas y hasta cancelaciones y suspensiones.

Con una gran intensidad en las últimas semanas debido a las vacaciones en Europa y  los Estados Unidos, el caos fue casi total en muchos aeropuertos. Sin embargo, las explicaciones son claras y apuntan a un intento por volver a la normalidad después de dos años de pandemia y un trabajo reducido al mínimo, con falta de personal y una demanda muy alta.

Por qué colapsan los aeropuertos  en Europa

El aumento de la vacunación en todo el mundo hizo que la mayoría de los países comiencen a levantar las restricciones sanitarias. Así, entre otras cosas, los pasos fronterizos comenzaron a flexibilizarse y viajar se volvió cada vez una tarea más sencilla y con menos impedimentos.

Esto generó un aumento tan abrupto en la demanda que los aeropuertos no dieron abasto. Más si se tienen en consideración el período de vacaciones en el propio continente y en los Estados Unidos.

Así lo señalaron desde Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA): «Actualmente, las ventas internacionales y nacionales se sitúan en el 66 por ciento y el 72 por ciento de los niveles de 2019, respectivamente».

Las compañías aéreas han atribuido las recientes cancelaciones de vuelos a las condiciones meteorológicas, el control del tráfico aéreo, los casos de covid entre los empleados y otros problemas de personal.

Menos trabajadores

Este último punto pone sobre la mesa el segundo motivo del caos aéreo. Es que durante la pandemia hubo un drástico recorte de personal. La justificación es que la caída de la actividad, producto del coronavirus, obligó a las compañías aéreas como a los aeropuertos a despedir trabajadores.

En este sentido, IATA describió 2020 como «el peor año desde que hay registros»: 55 aerolíneas anunciaron la quiebra, mientras que en 2021 lo hicieron otras 35. De este modo, para evitar un destino fatal, muchas empresas iniciaron un rápido y extendido ajuste.

Puestos vacantes

Sin embargo, el problema no puede resolverse de la forma más lógica: contratar nuevo personal para poder dar respuesta a la creciente demanda.

El panorama descrito hace que muchas aerolíneas ofrezcan trabajos con condiciones poco atractivas. Se caracterizan por tener salarios del personal de tierra son bajos, horario escalonados y jornadas de trabajo poco cómodas.

Además, a esto se suma que todos los puestos de trabajo relacionados con la seguridad lleva una capacitación que puede demorarse hasta seis meses.

F/Pagina12