Al menos cuatro personas han muerto este miércoles por un atentado con coche bomba perpetrado contra un convoy de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la provincia sureña de Helmand, Afganistán.
De acuerdo con el portavoz del gobierno provincial, Omar Zuwak, además de los 4 muertos, unos 15 transeúntes han resultado heridos en el ataque que se cometió cerca del cuartel general local de la policía en Lashkar Gah, capital de la inestable provincia de Helmand.
Hasta la fecha, nadie ha asumido la responsabilidad del ataque, pero habitualmente es el grupo Taliban el autor de los mismos.
También en este mismo día, 2 miembros taliban han perdido la vida como consecuencia de un ataque aéreo de la Alianza Atlántica, perpetrado en la provincia central de Maidan Wardak.
En este sentido, al menos 35 camiones cisternas de la OTAN fueron destruidos en un ataque nocturno con cohetes, en la provincia occidental de Farah, que también se ha saldado con 6 muertos y 15 heridos.
Según el portavoz del gobernador de Farah, Abdul Rahman Zhowandai, los integrantes armados taliban atacaron el martes un paradero de estos camiones en la localidad de Bala Baluk, como consecuencia, 6 conductores perdieron la vida y 15 guardias resultaron heridos.
En un ataque el día 16 de agosto, los integrantes del grupo Taliban llevaron a cabo un asalto similar en Farah contra cuatro camiones cisterna, aunque alegaron haber siniestrado diez, además de haber matado a ocho guardias del convoy.
A finales del pasado abril, los taliban anunciaron el inicio de su anual “ofensiva de primavera” contra las fuerzas afganas y los efectivos extranjeros, liderados por Estados Unidos.
EE.UU. y sus aliados invadieron Afganistán bajo el pretexto de combatir el terrorismo, lo que apartó al grupo Taliban del poder, pero la nación asiática sigue siendo un país inseguro, a pesar de la presencia de decenas de miles de fuerzas extranjeras.