DE TROVA Y PROSA
POR: FREDDY FERNÁNDEZ
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La humanidad, como sabemos, surgió en África y este dato, que debería motivar de inmediato una suerte de mirada reverencial hacia ese continente, no ha tenido ningún valor. Por el contrario, contra esa región no ha habido límites para los crímenes perpetrados por las potencias occidentales.
El propio mapa político africano es ya en sí una denuncia de las consecuencias de la época colonial, con sus trazos de fronteras perfectamente rectas, sin ninguna correspondencia con realidades geográficas ni étnicas. Es el dibujo del reparto, el resultado del acuerdo de los saqueadores. Un mapa donde los idiomas coloniales dividieron en trocitos a los idiomas naturales.
La independencia de la región, finalmente alcanzada a finales del siglo pasado, ha sido un gran paso para propiciar un mundo en el quizá puedan ser corregidas o matizadas las consecuencias de siglos de crímenes coloniales.
Sin embargo, como ocurre también en Asia y América Latina y el Caribe, nuestras independencias fueron modeladas de tal forma que permanecemos atados a los centros de poder del mundo y aislados entre nosotros, impidiendo que se exprese nuestra potencia y nuestra riqueza.
África está condenada hoy, como nosotros, a exportar su riqueza a cambio de la importación de la pobreza. Así lo determina el tipo de relaciones económicas impuestas desde Estados Unidos y Europa, con sus capitales y mercancías reclamando inmunidad y con sus muros para impedir que los seres humanos, víctimas de esta economía, puedan disfrutar del bienestar que se paga desde nuestros expoliados países.
Ocurre lo mismo en la cultura y en la información. Sabemos de África lo que ha resultado interesante a los ojos de Estados Unidos y de Europa. Sabemos tan poco de África que a la mayoría le cuesta imaginar la existencia de ciudades, con edificios, tráfico y avenidas, en ese continente. Menos sabemos de su música, sus pintores, sus poetas y escritores. De hecho, para viajar hasta cualquiera de sus países, estamos prácticamente obligados a pasar por Europa.
Quizá ni siquiera sepamos que ayer se celebraba el aniversario de la independencia de Angola y que hoy es el aniversario del asesinato de Patricio Lumumba, héroe nacional de la independencia de la República Democrática del Congo, en cuya ejecución, en 1961, han reconocido su abierta participación los gobiernos de Bélgica y de Estados Unidos.