El diplomático acusó al Gobierno de Duque de inventar conspiraciones internacionales para justificar el asesinato de su propio pueblo
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Venezuela denuncia que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el exmandatario colombiano Álvaro Uribe instigan una guerra.
“Agentes al servicio de Trump y Uribe operan para exportar guerra a Venezuela”, dijo el embajador venezolano ante las Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, en un mensaje en Twitter.
El diplomático señaló: “La guerra es el mejor gobierno” para el presidente de Colombia, Iván Duque, como para su mentor político Álvaro Uribe, quien cumple arresto domiciliario por casos que van desde el homicidio hasta la compra de votos, la violación de los derechos humanos y los nexos con los grupos paramilitares.
Según a Moncada, los aludidos líderes son profesionales en sembrar el odio entre los dos países suramericanos, e instrumentalizando los medios de comunicación intentan impulsar una campaña de desprestigio en contra del Gobierno venezolano presidido por Nicolás Maduro.
De este modo reaccionó a las declaraciones del periodista venezolano Nelson Bocaranda —acusado hace un año de ser agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos— quien recientemente señaló que las manifestaciones en Colombia son instigadas por comandos enviados por Maduro.
Moncada también acusó al Gobierno de Duque de inventar conspiraciones internacionales para justificar el asesinato de su propio pueblo.
Colombia sufre una guerra en la que todo se vale, incluso se cometen masacres para controlar a la población civil y los territorios, y su ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, “es el jefe de los militares que ejecutaron la masacre contra jóvenes civiles en Bogotá”, agregó.
Al menos 12 personas han muerto y 200 han resultado heridas en Colombia en las manifestaciones contra la violencia policial, según los últimos reportes.
El detonante de las protestas de Colombia fue el asesinato del abogado Javier Ordóñez, de 46 años, por dos agentes. Su muerte ha reavivado las protestas callejeras contra la brutalidad policial.