Unas 70 organizaciones campesinas, indígenas, ambientalistas, sindicales y sociales de México propusieron la creación de la Asamblea Nacional de Pueblos en Resistencia, encaminada a luchar contra las reformas estructurales que se implementan en el país.
Durante el Encuentro y Jornadas Nacionales en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, inaugurado la víspera con la presencia de más de 200 representantes de esas agrupaciones, los participantes expresaron su deseo de emprender un combate articulado y unido para proteger los recursos de la nación.
En el poblado de San Salvador Atenco, Estado de México, los asistentes al evento manifestaron que desde hace más de 20 años la Constitución y las leyes se han ido modificando para facilitar el despojo, primero con los cambios al artículo 27 constitucional, luego a la Ley minera y, ahora, la reforma energética.
La cita comenzó con un foro en el que participaron líderes de movimientos de lucha en La Parota, Guerrero; Cherán, Michoacán; Zautla, en la sierra norte de Puebla; San Luis Potosí y Chihuahua; y grupos como el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, entre otros.
En cinco mesas de trabajo las organizaciones abordaron diversos temas, entre ellos el despojo, autonomía de los pueblos, soberanía alimentaria, seguridad, producción y consumo, y energía y naturaleza.
Además de la iniciativa para conformar la Asamblea Nacional de Pueblos en Resistencia, se propuso establecer la Comisión Nacional de Intermediación, todo con el fin de unificar a las agrupaciones que, de manera aislada, realizan acciones a favor de las mismas causas.
Según los asistentes al encuentro que finaliza este domingo, es una realidad cotidiana el despojo de la tierra, el agua, el aire, la biodiversidad, los bienes comunes, y el patrimonio familiar y comunitario.
Indicaron que esa situación también ocurre con los derechos individuales y colectivos, así como con la salud alimentaria y del territorio, debido a la contaminación.
De acuerdo con los activistas, la amenaza más reciente es la reforma para la transformación del campo, que busca facilitar el pleno dominio, la venta de terrenos agropecuarios y forestales, y la destrucción de la propiedad social de la tierra.