Al joropo hay que salvarlo del naufragio

El joropo, el 15 de marzo arribó a cuatro años de su declaración como bien de interés cultural, según decreto del presidente Nicolás Maduro, anunciado en la población de Sabaneta por el para entonces vicepresidente de la República, el hoy canciller Jorge Arreaza, quien se encontraba en la casa de crianza de Hugo Chávez Frías, en esa localidad barinesa.

El decreto que declara al joropo como Patrimonio Cultural, sostiene que esta manifestación, en su diversidad, se ha constituido como una construcción colectiva que ha permanecido en el imaginario de nuestro pueblo, en la cual se han fusionado elementos culturales de nuestros antepasados indígenas, africanos y europeos: sus expresiones musicales, dancísticas, poéticas, la faena del campo y la tradición oral. En el decreto se identifican cuatro grandes categorías del género: joropo oriental, joropo central, joropo llanero y joropo andino, además de distintas variedades geoculturales.

Francisco Montoya, una leyenda viviente como cantautor y representante del canto criollo llanero, dijo al Correo del Orinoco, en San Fernando de Apure, que es bien recibido todo aquello que contribuya y defienda el folclor venezolano.

Montoya, de 72 años, cuyo primer disco lo grabó hace 52 años, acompañado al arpa por Ignacio “Indio” Figueredo, destacó que “desde Chávez para acá, el Gobierno nos ha metido la mano”. Resaltó que ahora se cuenta con una televisora y muchas emisoras radiales en las cuales se difunde la música llanera. Antes solo había cinco o seis radios en todo el país que radiaban el canto criollo.

“Debemos darnos con una piedra en el pecho”, sostuvo en dicho de agradecimiento.

Don Montoya anunció que está próximo a salir la 50a grabación de su carrera, entre LP y DC, llamada Los tesoros escondidos, en la que le canta a los entierros con real dejados por los muertos. “Antes no había bancos; la gente enterraba el dinero y las morocotas”, dice.

El intérprete de “Sentimiento apureño”, “Apure en un viaje” y otros grandes éxitos, recuerda a Ángel Custodio Loyola, quien a su juicio era dueño de un gran garganta y del “canto más potente del joropo llanero. En la canción ‘La catira’, pegó un grito que no lo ha dado más nadie en Venezuela”, indica Francisco Montoya.

Montoya como compositor acumula más de 300 piezas y considera que nadie como él le ha cantado tanto al río Arauca y su cajón.

Salvar al joropo

Guillermo Jiménez Leal, reconocido en 2017 con el Premio Nacional de Cultura Popular, observa que de no preservarse el joropo con apoyo institucional, inversiones y otros estímulos, está manifestación, sometida al acoso tecnológico, podría extinguirse.

“El Joropo como costumbre viva ya no existe sino en la historia. Ya no hay encierros de ganado, ya no hay vaquerías, han desaparecido herramientas de trabajo. Del joropo se conserva la terminología que antes tenía un sentido costumbrista. No hay costumbre viva y se perdió la relación entre el vocablo y la ecología o vocablo y costumbre; eso se ha perdido en un 80 por ciento. Para yo ver un trabajo de llano, tendría que fabricarlo”, indica este barinés, estudioso del tema llanero, además de musicólogo, poeta, compositor e intérprete.

Detalla Jiménez Leal que la mayoría de las letras de música llanera que se escriben hoy, no tienen relación con el entorno. El compositor se limita a rimar palabras.

“Con la instrumentación y ritmos llaneros se hace música de corte comercial, que yo llamo de telenovela barata, con dramas y literatura triste, muy pálida”, expresa.

Señala que en muchos países se observa una contradicción entre la declaración del bien cultural, pero no se protege lo que se declara como patrimonio.

“Hay que proteger la fuente de cultura viva. Lo ideal es que el Ministerio de la Cultura participe, promueva, procure la logística para la defensa de esa cultura, proteger a los cultores. Se podría, por ejemplo, comprar un hato y mantener allí la costumbre originaria. En muchos países lo hacen. Los gringos han creado pueblos de vaqueros.

-¿Usted cree que el joropo hay que salvarlo del naufragio?

-El joropo podría naufragar de una forma inminente y relativamente rápida si no tomamos las decisiones e inversiones para crear especies de cónclaves naturales donde se preservan las tradiciones.

Por su parte Argenis Méndez Echenique, historiador y cronista de San Fernando de Apure, piensa que la declaratoria de bien cultural constituye un reconocimiento a las tradiciones del llano, expandidas en el siglo XIX cuando los llaneros en la Guerra de Independencia las llevaron por todo el país. En el siglo XVIII, no se hablaba de joropo, sino de fandango, que como baile fue prohibido por la Iglesia al considerarlo obsceno.

Inicialmente se tocaba con bandola, que es sustituida después por el arpa, aunque en algunos estados, como Barinas se mantiene el arpa, dice.

Méndez Echenique menciona a Julio César Sánchez Olivo y a José Natalio Estrada como poetas cuyas composiciones engalanaron la música llanera.

“Al declararlo bien cultural se da un paso para su preservación”, señala Omar Viana, cronista del apureño municipio Muñoz.

T/ Manuel Abrizo
F/ Cortesía
Etiquetas