DEDUCCIONES
POR: REINALDO BOLÍVAR
_______________________________________________________
Ya nada puede sorprender a los venezolanos acerca de la actitud de las redes comunicacionales. Ni la TV, ni las agencias, ni la radio.
En Francia cientos de miles de trabajadores se echan a la calle para protestar por la reforma laboral que sumirá a la cuna moderna de derechos del hombre y los ciudadanos en el sótano de los peores sistemas de protección al trabajador del orbe. La prensa apenas habla de ello. En las redes no es tendencia.
En España millones de personas en el mundo presenciaron las escenas que pudieron escaparse de la censura. Decenas de miles de mujeres y hombres que querían ir a un refrendo, o expresión política fueron ferozmente reprimidos por la oficialidad del Gobierno Central. Todo indicaba que el mundo entero de indignaría. Que la Unión Europea sancionaría a Mariano Rajoy, que el Vaticano elevaría su plegaria para por el respeto a los catalanes y se ofrecería a mediar. Pero mágicamente, ahora Rajoy es el bueno y los catalanes unos “violadores” de la Constitución y golpeadores de indefensos policías.
En Colombia asesinan a mansalva a campesinos a los que no les han cumplido la oferta y de ámbito de actividad agraria. El presidente Juan Manuel Santos, al que no le temblaba el pulso como ministro de Defensa para bombardear a diestra y siniestra aparece en pantalla de lo mas compungido. Por supuesto, no hay Comisión de Derechos Humanos Interamericana, ni Príncipe de DDHH de la ONU, ni Human Rights Watch, ni Grupo de Lima ni nadie que de esa gente que utiliza los derechos civiles para tratar de tumbar Gobierno que condene la matanza.
El asunto es contra Venezuela. No cuenta 22 elecciones, ni la gran marejada de votantes para eligió el poder supremo de la República, ni que se vaya a elecciones regionales.
El ataque es frontal. Las mentiras mediáticas se fabrican a diario contra Venezuela. El asedio económico no cesa. El saboteo a los servicios públicos, el cerco a la moneda, el bombardeo con un dólar marcado desde Estados Unidos y desde Cúcuta.
La resistencia y la lucha del Pueblo y Gobierno son encomiables. Venezuela sigue de pie. Al lado está Colombia, hace rato caída en las garras de derecha entreguista.