El menos 45 personas murieron, incluyendo mujeres y niños, cuando una avalancha de nieve sepultó este lunes 13 viviendas en el distrito montañoso de Mondol, en la provincia afgana oriental de Nuristán, a 180 kilómetros del este de Kabúl, precisó el gobernador Qazi Mohammad Nabi Ahmadi.
Ahmadi mencionó la posibilidad de que el número de fallecidos aumente conforme avanzan las tareas de rescate.
La tragedia ocurrida en Nuristán se une a la ocurrida en Badajstán (este) el pasado domingo 05 de marzo, donde al menos 145 personas fallecieron sepultadas a consecuencia de otro deslizamiento de nieve, informó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas.
En Badajstán, el pueblo de Dispay quedó sepultado a causa de la avalancha de nieve. Los equipos de rescate llegaron varios días después debido a las malas condiciones climatológicas y a que las carreteras quedaron bloquedas por la nieve.
El PMA especificó, a través de un comunicado, que ya se enviaron a los sobrevivientes alimentos y ropa de abrigo, mantas, botas y equipos de higiene, así como herramientas y carpas.
Los aludes se producen con cierta frecuencia en el área montañosa del norte de Afganistán, y esto, combinado a las fuertes precipitaciones y a las bajas temperaturas que se registran en esta época del año, mantienen al país en una alerta continua.