Al menos 79 personas permanecen internadas en ciudadanos intensivos en los hospitales del estado de Río Grande del Sur, al sureste de Brasil, tras el incendio registrado en una discoteca la madrugada del pasado domingo, que dejó entre 234 y 239 fallecidos.
El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, precisó este lunes que cerca del 80 por ciento de los internados son pacientes que sufrieron una intoxicación al inhalar el humo del incendio y el 20 por ciento restantes son heridos con quemaduras graves.
La corresponsal de teleSUR en Brasil, Graciela Requejo, detalló que 40 de los heridos están en hospitales de la ciudad de Santa María, mientras que 39 fueron trasladados a centros médicos de Puerto Alegre.
Padilha indicó que los jóvenes que estuvieron en la discoteca durante el siniestro e inhalaron el humo todavía podrían correr el riesgo de contraer una infección respiratoria grave. En ese sentido, informó que en las últimas horas entre cuatro y cinco asistentes acudieron a emergencias con problemas respiratorios.
Velorios colectivos
Durante la madrugada del lunes en un centro deportivo y en el cementerio de Santa María familiares despidieron a sus seres colectivos en entierros colectivos, mientras que otras sepulturas tuvieron lugar en otras ciudades del sur de Brasil de donde eran muchos de los fallecidos.
La periodista Requejo destacó que hay personas que no han podido identificar a sus familiares y que el complejo deportivo, a donde fueron llevadas inicialmente las víctimas de la tragedia, funcionó como una gran funeraria.
Recordó que el suceso ocurrió en la discoteca Kiss donde habían no menos de dos mil personas, en su mayoría estudiantes. Agregó que el incendió inició cuando uno de los integrantes de la banda que actuaba en local encendió una bengala, cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Apuntó que la evacuación inmediata del lugar fue dificultada por la existencia de una única salida de emergencia. “Adentro había dos salidas una principal y una de emergencia, pero ambas daban a la única puerta que tenía la discoteca”.
“Se cobraba al salir por eso estaban cerradas las puertas, para evitar que las personas se fueran sin pagar. Los guardias que estaban afuera cuando empezaron a ver el movimiento pensaron que era una pelea, pero cuando vieron que salía mucho humo fue que permitieron la salida de los jóvenes”, añadió Graciela Requejo.
Resaltó que la mayor cantidad de fallecidos se encontró en uno de los baños, “el que estaba más cerca de la salida”.
Inician las investigaciones
Funcionarios de la policía reanudaron este lunes las pesquisas en la discoteca, después que el gobernador de Río Grande del Sur, Tarso Genro, exigió una “profunda investigación” que determine las causas y los posibles culpables.
Requejo subrayó que las investigaciones “podrían ir para ver la responsabilidad de los dueños del local, que tenía los permisos vencidos desde hace cuatro meses, y otra que por ser uno de los miembros de la banda quien prendió la bengala podría ser responsabilizado”.