Si no existiera, los imperialistas lo tendrían que inventar. Tanto es cierto esto que en realidad “Al Qaeda” es un invento de la CIA en las sucias covachas en que el agente gringo Louis Dupree instruía a jóvenes ignorantes y fanatizados en el Pakistán de los años 80 en rebanar el gaznate de maestros, funcionarios y campesinos afganos, en quemar escuelas y en disparar con lanzamisiles “made in USA” contra aviones civiles y helicópteros soviéticos.
En los 90 la CIA y “Al Qaeda” trabajaron hombro con hombro en varias guerras sucias: Bosnia-Herzegovina, Argelia, Kosovo, Chechenia, Xinjiang…
Después han servido de “excusa perfecta” para que el Pentágono lance sangrientas campañas bélicas. Invadieron Afganistán bajo la acusación de albergar a ese grupo terrorista. Acusaron sin fundamento al presidente irakí Saddam Hussein de ser su aliado de ese cuando en realidad es tras la invasión por Bush de Irak que dicho grupo se asienta en el país.
La tarea de “Al Qaeda” en Irak ha sido la de dinamitar mezquitas e iglesias, matar musulmanes, volar mercados públicos y esforzarse, al servicio de Washington, en romper la unidad nacional iraquí.
Ahora Obama vuelve a emplear a “Al Qaeda” como burda excusa para bombardear e invadir Yemen, país estratégico para el control de la principal ruta por la que el petróleo del Golfo Pérsico llega a EEUU.
Si en Yemen triunfa una revolución de liberación nacional, la revolución se extendería a Omán y Arabia Saudita que, más que un país, es la principal gasolinera gringa.
El Mundo tiene que detener la mano asesina, colonialista y hegemonista del imperialismo.
Ya no nos engañan con el truco de “Al Qaeda”.