En algunas tiendas del centro capitalino ofrecen descuentos de hasta 30 y 50 por ciento como una estrategia para salir de la mercancía “vieja” y darles paso a las novedades de diciembre, y ya los buhoneros y muchas tiendas colocan en las aceras y muestran en las vitrinas una extensa variedad de juguetes y adornos navideños. Incluso ya aparecieron los tradicionales cochinitos con la abertura en el lomo para la correspondiente propina.
Entre hallacas, gaitas y aguinaldos, el frío de estos días y ventas de pernil, como la que hizo ayer en la plaza Candelaria el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, la ciudad va entrando en la onda navideña de un año que ha sido difícil y que en la memoria colectiva quedará para el olvido.
