Alarga la vida de tus tomates y conservalos en salsa napolitana

La salsa napolitana es una de las más reconocidas en el mundo de la gastronomía, se sirve comúnmente en las pizzas o pastas, aunque también en varios países es elegido como aderezo para acompañar las carnes; el Instituto Nacional de Nutrición (INN), en esta oportunidad, te quiere mostrar una forma de realizarla, que además te ayudará a aprovechar los deliciosos tomates que se encuentran de temporada.

El origen de esta salsa no se conoce con exactitud pero se cree que data del siglo XIV, ligada a un plato francés que consistía en estofado de buey y una salsa procedente de la región mediterránea de Provenza; sin embargo se dice que terminó popularizándose en Nápoles como “ragú” siempre y cuando estuviera acompañado de carne, luego pasando a ser la protagonista en gran parte de los platos italianos y extendiéndose al mundo con el nombre de “salsa napolitana”.

A continuación, el INN te invita a conservar los tomates, que actualmente es un rubro que se consigue fácilmente en los mercados al encontrarse en su época de temporada, por lo que es una buena oportunidad de aprovechar y adquirir estas ofertas para su preservación, teniendo esto una variedad de beneficios en materia de seguridad alimentaria.

La conservación de alimentos no solo fortalece el ahorro familiar y la reducción de residuos, sino que evita el incremento de microorganismos por más tiempo, mejorando la calidad sanitaria de los alimentos y contribuyendo en la prevención de enfermedades e infecciones transmitidas por los alimentos; además de que preservan la calidad de las propiedades nutritivas y organolépticas (sabor, olor, color, textura).

El INN te brinda este modo de conservación en una de las recetas más versátiles de la cocina, no dudes en realizarla para acompañar tus comidas.

Salsa napolitana

Ingredientes:

2 tomates maduros

2 cdas de aceite

2 dientes de ajo

1/2 cebolla

1 cdita de azúcar

1 cdita de sal

½ vaso de agua

1 pizca de orégano o romero

Preparación: en una olla con el aceite a fuego medio, coloca los tomates, el ajo, la cebolla cortada en 8 pedazos, el azúcar, la sal, el agua y orégano, deja cocinar al menos 10 minutos y licua los tomates e ingredientes de la cocción, envasa en un frasco de vidrio previamente esterilizado y sella bien.