Hoy a las 10:00 am José Vicente Rangel hablará del caso en el Museo Boliviano| Alberto Lovera fue víctima de una guerra de exterminio

Este viernes se cumplen 48 años del secuestro de Alberto Lovera por parte de la  Dirección General de Policía (Digepol), policía política e instrumento represivo del régimen de Raúl Leoni.

De nada valió que hubiera testigos: a la vista de la gente, en la plaza Las Tres Gracias de Caracas, a metros de la Universidad Central de Venezuela, lo forzaron a  entrar en las fauces de un Mercedez Benz, azul, como el mar de Lecherías, donde su cadáver fue hallado días después. Fue torturado hasta la muerte.

En su hijo, que lleva con altivez el mismo nombre, anida la convicción de que fue víctima de una guerra de exterminio: “En esos años había una orden, un lineamiento de exterminar a toda forma de resistencia, a todo movimiento de izquierda, a toda forma de pensamiento que se opusiera a la política hegemónica que encarnaban Acción Democrática y Copei y estaba al servicio de la burguesía”.

TERRORISMO DE ESTADO

Para Alberto Lovera hijo la represión contra los movimientos y militantes revolucionarios, buscaba también imponer una única forma de pensar, que “era la vía para garantizar la dominación que querían imponer por la fuerza. Esa política hegemónica atacaba y trataba de eliminar toda idea adversa, cualquier pensamiento que pudiera ser contrario a esa visión”.

En ese sentido, advierte que el caso de sus padre es un ejemplo de una práctica criminal que se extendió “durante todo el puntofijismo, que recurrió sistemáticamente el terrorismo de Estado. Y debe servir como evidencia de unos hechos históricos que ocurrieron en este país, que son hechos reales que permanecieron ocultos por mucho tiempo pero están comenzando a revelarse”.

“Él fue víctima de la misma campaña de exterminio que desapareció y acabó con la vida  de los hermanos Pasquier, de Víctor Soto Riojas de Alejandro Tejero, de Malaver, por nombrar solo a algunos”

CONTRA EL OLVIDO

Lovera señaló que hoy en día, “cuando sabemos que seguramente muchos de los responsables ya murieron”, lo fundamental es que “se establezca qué ocurrió, quiénes fueron los culpables y de dónde vino la orden”. Y adelanta una conclusión: “Tenemos razones para pensar que la orden vino del alto Gobierno, por eso hay que aclarar el caso y divulgar la verdad”.

Para romper el manto del olvido sobre esa época de horror, este viernes se le rendirán honores a Alberto Lovera, a las 9:00 am en la plaza Bolívar. A las 10:00 am, en el Museo Boliviano, José Vicente Rangel, quien denunció el crimen en 1965, hablará sobre el caso en un acto organizado por el PCV.

Texto/ Carlos Ortiz
Foto/ Archivo
Caracas