El canciller alemán, Olaf Scholz, admitió este lunes que Alemania no puede romper “de la noche a la mañana” los vínculos con Rusia en materia de energía pese a que se está trabajando incansablemente para lograr alternativas.
“Nuestro país trabaja con sus socios dentro y fuera de la U.E para desarrollar alternativas a las fuentes de energía rusas. Pero eso no se consigue de la noche a la mañana. Por ello es una decisión consciente mantener las relaciones de las empresas en materia energética”, dijo Scholz.
Según cifras de la Oficina Federal de Estadística, un 55 % del gas que se consume en Alemania es importado de Rusia.
En el comunicado, Scholz señala que Alemania celebra todos los esfuerzos internacionales y la reacción con fuertes sanciones económicas al ataque ruso a Ucrania. “Las sanciones contra instituciones financieras, el banco central y más de 500 personas son claras. Lo mismo ocurre con las limitaciones a la exportación de bienes importantes”.