A pocos meses de la Cumbre sobre Cambio Climático que tendrá lugar a fines de año en París, comienza este lunes en la ciudad alemana de Bonn una reunión preparatoria en la que participan negociadores de más de 190 países.
El objetivo del encuentro es sentar las bases para que la reunión en Francia concluya con un nuevo protocolo internacional que sustituya al de Kyoto, en cuanto a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
Al inaugurar el foro, Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), afirmó que la ronda de negociaciones de Bonn avanzará en «mirar la mejor manera de aumentar la ambición de reducir los gases de efecto invernadero y adaptar las sociedades al cambio climático antes de 2020».
Sin embargo, muchos consideran que el camino para alcanzar un consenso sobre las normas que regirán la lucha contra el calentamiento a partir de 2020 es largo, mientras otros aseguran que las medidas previstas hasta ahora no son suficientes para evitar que la atmósfera terrestre se caliente en más de dos grados centígrados respecto a la era preindustrial.
Sobre el particular, la ministra francesa de Ecología, Ségolene Royal, dijo este lunes al diario Le Monde que las «negociaciones de la ONU son totalmente inadaptadas a la urgencia climática. En privado todo el mundo lo dice, todo el mundo es consciente de ello, pero la complejidad del proceso es tal que continúa como si no pasara nada».
Para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es necesario y urgente abandonar las energías fósiles, especialmente el carbón, e invertir en la eficiencia energética.
A su vez, la adaptación a los impactos del calentamiento que ya es visible en todo el planeta, se mantiene como un asunto problemático, en particular para las naciones más pobres y las islas pequeñas, que exigen compromisos claros del norte.