La República Federal de Alemania rechazó este miércoles la opción militar contra la República Islámica de Irán, sin dejar de exigir otras duras sanciones, luego del reciente reporte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la supuesta creación de armamento nuclear en territorio persa.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, pidió «nuevas y duras medidas» contra la nación islámica como preludio de otra ronda de resoluciones punitivas, de las cuatro que ya sufre el país asiático y que fueron impuestas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo presión de Occidente.
«Si Irán se niega a negociar seriamente sobre su programa nuclear serán inevitables sanciones más estrictas», advirtió el liberal Westerwelle en un comunicado a la prensa.
Rechazamos, no obstante, una discusión sobre opciones militares, reiteró el titular alemán como parte de la reticencia germana a un presunto ataque de Israel con apoyo de potencias occidentales a las instalaciones nucleares que Teherán define como de uso pacífico.
En respuesta, el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, advirtió a los enemigos del país la irrevocable decisión de continuar con el programa atómico civil, a la vez que objetó en duros términos un informe del OIEA divulgado el martes que acusa a Teherán de desarrollar armas atómicas.
El representante permanente persa ante el OIEA, Alí Asghar Soltanieh, consideró que para Irán el texto de la agencia de la ONU está basado en falsedades sustentadas por países como Estados Unidos, pese a advertencias del Movimiento de Países No Alineados, China y Rusia de que el reporte se abstuviera de falsas acusaciones.
Sobre las posibles nuevas sanciones contra Irán, el jefe de la diplomacia alemana contempló recientemente que los europeos actúen por su cuenta si China y Rusia, como se espera, se oponen a esas medidas en el Consejo de Seguridad de la ONU.