El jefe de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), Holger Münch, afirmó este jueves que el incremento drástico de los delitos contra los centros de acogida para refugiados es motivo de una gran preocupación tras conocerse que en Alemania se produjeron mil ataques contra esos lugares.
Según la BKA, la cifra de ataques se multiplicó por cinco en 2015, ya que en 2014 fue de 199 ataques.
«Estos actos deben ser consecuentemente perseguidos y castigados», dijo Münch, quien también se refirió a los mensajes que circulan por las redes sociales, que calificó de «terreno propicio para la xenofobia y el odio al otro».
Hasta 901 de los ataques cometidos en 2015 tuvieron una motivación de la derecha, y unos 92 fueron incendios intencionados.