Más de 70 millones de personas amanecieron hoy en Estados Unidos en zonas de alerta por tornados y clima severo, sobre todo en el sur y hacia el medio-oeste, pronosticaron boletines meteorológicos.
Las ciudades norteamericanas con mayor previsión de peligro están en Oklahoma, Louisiana, Texas, y Arkansas, pero igual en áreas cercanas a los Grandes Lagos y el noreste.
La tragedia que sufrió la comunidad de Moore, en Oklahoma, podría no haber terminado, una larga porción de Norteamérica aún está bajo riesgo de impacto climatológico, advirtió en la cadena CNN el experto Bob Van Dillen.
Nueve niños murieron el lunes, entre un total de 24 personas, cuando un torbellino de gran intensidad azotó un área de 27 kilómetros y provocó pérdidas materiales superiores a dos mil millones de dólares.
Socorristas rescataron a un centenar de sobrevivientes de los escombros de casas, escuelas y un hospital. Las mangas de vientos derribaron docenas de tendidos eléctricos o telefónicos, árboles, y dejaron además 237 personas heridas.
El presidente Barack Obama declaró a Moore área de desastre mayor y prometió que un plan de auxilio y recursos federales serán puestos a disposición de los damnificados.
Hasta la noche del martes soldados de la Guardia Nacional y bomberos de varios estados revisaron cientos de inmuebles en ruinas para tratar de localizar supervivientes en un pueblo de 55 mil habitantes.
El tornado de Oklahoma City fue recalculado por el Servicio de Meteorología hasta la categoría de EF5, el más alto rango en la escala internacional de medición Enhanced Fujita, con vientos de 337 kilómetros por hora.