La Convergencia por los Derechos Humanos en Guatemala alertó este miércoles sobre la situación de los defensores humanitarios en este país centroamericano, considerada entre las más graves del mundo, solo superada en el continente por Colombia y Honduras.
«A pesar de esta situación, el gobierno de Guatemala sigue sin impulsar medidas serias y sostenibles para la investigación y la protección a los defensores de derechos humanos, así como el impulso de diálogos serios y mecanismos para la consulta previa, libre e informada», manifestó esa agrupación en un comunicado, al cual accedió Prensa Latina.
Según la fuente, al menos 76 agresiones han ocurrido en esta nación contra defensores de los derechos humanos, 30 de las cuales se registraron en 2012.
En las últimas semanas se han reportado los asesinatos de Tomás Quej, dirigente campesino del norteño departamento de Baja Verapaz; Carlos Hernández, quien encabezaba el Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud de Guatemala, y de Marcos Ucelo, secretario del Parlamento Xinca.
Hace cinco días arrestaron a Rubén Herrera, defensor del derecho al desarrollo de los pueblos del occidental departamento de Huehuetenango y promotor de la consulta previa, libre e informada de las comunidades ante el impulso de proyectos que afectan el ambiente.
Las 15 agrupaciones que integran la Convergencia repudiaron los homicidios y secuestros de activistas que buscan detener su trabajo y exigieron que se identifique y sancione a los autores materiales e intelectuales de los hechos.
Los firmantes del documento también exigieron al gobierno de Guatemala la creación del Programa de Protección a Defensores, que se fortalezca la Instancia de Análisis de Ataques a Defensores de Derechos Humanos y se aborde con seriedad el derecho a la consulta previa, libre e informada.
Por lo menos 63 dirigentes sindicales han sido ultimados en este país centroamericano de 2007 a 2012 sin que se sepa aún quiénes son los culpables, señala la Unión Guatemalteca de Trabajadores.