Indicadores sobre pobreza mundial registran este jueves que los agricultores de cacao en África deben tener 10 veces mas ingresos para paliar su crítica situación hogareña, en comparación con productores de este fruto en otras regiones.
Un informe de la organización no gubernamental (ONG) Declaración de Berna añade que esos campesinos necesitan contar con más de dos dólares por persona al día para resolver sus necesidades.
El Barómetro del Cacao 2012, que publica esa agrupación, especifica que dicha situación tiene además la desventaja de un envejecimiento de los agricultores, lo cual implicará una escasez de la fuerza de trabajo necesaria en los próximos años, cuando prevén un aumento de la demanda mundial de cacao.
Dicho reporte indica que Costa de Marfil, principal productor mundial, acumuló de 2010 a 2011 los 1,5 millones de toneladas.
Argumenta el texto que las ganancias de los agricultores en ese país deberían subir en 967 por ciento para evitar la pobreza absoluta y mil 608 por ciento para erradicar el umbral de pobreza.
Para el segundo productor mundial, Ghana, las cifras son menos dramáticas pero de idéntica preocupación, pues los cálculos de la ONG dan que deberían llegar al 213 por ciento para salir de la pobreza absoluta y 341 por ciento para rebasar el umbral.
La organización alerta que debido a la pobreza absoluta en la que se encuentran estos productores, en África occidental carecen de recursos para pagar trabajadores y deben recurrir a familiares y niños con horarios excesivos.
Dicho estudio refirió condiciones laborales precarias, causa de que los jóvenes cada día eviten dedicarse al cacao y peligre esta exportación.
Sin embargo, los países mas demandantes del producto, como los de Europa, no tienen una preocupación sobre este particular y cada año incrementan su reclamo para la fabricación de chocolates, helados, dulces y caramelos.
Otra de las propuestas de la ONG se apoya en una diversificación de los cultivos para mejorar las infraestructuras en las regiones cacaoteras, como la construcción de escuelas, con la finalidad de enfrentar el analfabetismo y el tráfico de niños.