Muchas familias canadienses son vulnerables ante la crisis económica, alertaron este miércoles autoridades bancarias.
El gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, emitió una señal de alarma al advertir en una entrevista con la cadena de Radio CBC que el mayor riesgo interno se refiere a las finanzas del hogar.
Estadísticas oficiales indican que uno de 10 canadienses se encuentra en una posición financiera vulnerable, agregó Carney.
La carga de la deuda de los hogares supera los niveles registrados en Estados Unidos y Reino Unido, según la fuente.
La preocupación es más creciente si ocurriera alguna manifestación repentina que afecte de manera negativa el empleo, los precios de la vivienda o el aumento de las tasas de interés, opinó.
Ello, señalaron expertos, puede poner en dificultades financieras a millares de familias.
Autoridades bancarias aseguraron, por otra parte, que la contracción de la deuda también sugiere que el gasto del consumidor se silenciará el año que viene, poniendo un freno al crecimiento económico.
El Banco de Canadá observa un aumento del nivel de la deuda en el país sobre los ingresos personales.
La cota de deuda sobre los ingresos personales disponibles tocó un máximo de 152,98% en el tercer trimestre, mayor que el 150,57% en los tres meses anteriores, precisó la fuente.
En la actualidad, según Carney, el costo del servicio de endeudamiento consume más del 40% de los ingresos de muchos ciudadanos.
Al respecto, Derek Burleton, jefe adjunto económico del Toronto-Dominion Bank, consideró que los niveles de endeudamiento de los hogares son excesivos.
La deuda del mercado de crédito se encuentra en un récord de 150,8%, lo que, según Burleton, se acerca a niveles comparables a Estados Unidos poco antes de la crisis inmobiliaria en ese país.
Para expertos del sector, la economía de Canadá marcha mejor que en otros países, aunque son riesgosas las grietas surgidas por la tensión en los niveles de la deuda.
No obstante, para algunos canadienses el gasto excesivo es sólo una parte de la ecuación, pues enfrentan además la caída del salario real y un estancamiento en la creación de empleo, entre otras anomalías.
Otro elemento que ilustra la alarma es que el valor per cápita en los ingresos de los hogares bajo a 180 mil 100 dólares, de los 184 mil 700 dólares registrados en el segundo trimestre del año, el mayor descenso trimestral desde finales de 2008, según la agencia de estadísticas canadiense (Statscan).