El viceministro para América Latina del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Alexander Yánez, señaló que la región está “ante un gran desafío de los movimientos de unidad e integración latinoamericanos y caribeños, porque existe un plan para tratar de inhabilitarlos y que el relacionamiento hemisférico sea en el marco de la Organización de Estados Americanos o los mecanismos alternos creados”.
En ese sentido, se refirió a la situación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde seis países (Argentina, Colombia, Chile, Brasil, Paraguay y Perú) anunciaron su decisión de retirarse del bloque suramericano. “Es parte de la geopolítica regional actual, de las visiones ideologizadas e impositivas de factores de gobiernos de derecha”, dijo.
Durante una entrevista concedida al diario Últimas Noticias, explicó que lo que ocurre con ese organismo es el resultado de “un contexto político ideológico regional que tiene fuertes matices y componentes de incidencia externa con el propósito de establecer en la región lo que el presidente Rafael Correa en algún momento llamó la Restauración Conservadora”.
“La Unasur es una expresión profunda de unidad, integración y encuentro entre los países suramericanos para, entre otras cosas, crear un bloque de poder y relacionamiento que pueda discutir de tú a tú, por ejemplo, con Estados Unidos (…) Porque los países miembros de la Unasur, entre otras razones, disponen en su seno de los más importantes recursos estratégicos del planeta, como las reservas de petróleo del mundo, la biodiversidad más importante del planeta, reservorios de agua de los más importantes, minerales estratégicos y el talento humano”, destacó.
Para el viceministro Yánez, los gobiernos neoliberales que han asumido el poder en la región, están alineados con la lógica de las relaciones con transnacionales y la disminución del Estado en la gestión.
“Lo que hemos visto es un intento de revertir los procesos de integración con medidas antidiplomáticas, porque la idea de la autoexclusión de países de la Unasur no tiene asidero jurídico porque no está establecida en ningún acuerdo o tratado de la Unasur, es una figura que se han inventado estos países con el objeto de torpedear al organismo”, alertó.
Explicó que una de las polémicas en el organismo suramericano ha sido la escogencia del secretario general, cargo del que salió Ernesto Samper el pasado 31 de enero de 2017. “Esa designación debe hacerse por consenso y los países del llamado Grupo de Lima han presentado la candidatura del embajador argentino José Octavio Bordón, quien no cuenta con el consenso de todos los países miembros, y se pretende decir que Venezuela tiene bloqueada esa designación. Eso es totalmente falso. Todos los países deben estar de acuerdo”, enfatizó.
Denunció que los países del Grupo han condicionado cualquier posibilidad de reunión a la aceptación de Bordón.
Con relación a la posibilidad de que sea desalojada la Unasur de la sede que le fue donada en Quito, indicó que para que ello suceda hay tres causales: que todos los países decidan cambiar de sede, que el país sede denuncie el tratado constitutivo para revertir el edificio a Ecuador o la extinción de la Unasur si todos los estados miembros denuncian el tratado constitutivo. “Pareciera difícil”, indicó.
CELAC Y ALBA
Sobre la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), el viceministro Yánez dijo que en la primera hay 33 países y es más difícil que afecten su funcionamiento, mientras que la Alba es un mecanismo de integración muy ágil y “allí lo que podría ocurrir es que algún país decida no seguir siendo parte de ella, pero eso no va a limitar su funcionamiento“.
Resaltó que lo más importante es la conciencia de los pueblos. “Venezuela tomó la previsión, en la Unasur, de crear el Consejo de Participación Ciudadana porque la verdadera integración está en los pueblos, que no van a permitir que gobiernos circunstanciales afecten los caminos avanzados en los últimos años”.