El economista Alfonso Álvarez señala que “es clave en el proceso bolivariano proteger la moneda” y que para ello es necesario mantener el control de cambio. “Es clave que el tipo de cambio fijo se mantenga, de lo contrario, lo que vamos a es a desmontar todo el proceso bolivariano a través unas políticas cambiarias flexibles”, asintió.
Si se llegara a establecer en el país un libre mercado que genere una relación entre la oferta y la demanda, vislumbra que “la oligarquía venezolana sacaría masivamente las divisas del país y las reservas internacionales caerían”. Recordó que desde el año 71 del siglo XX, el patrón oro fue sustituido por el patrón dólar y a partir de entonces los países del orbe hemos estado bajo el control de las políticas económicas estadounidenses.
“Todas las monedas del mundo ya no se iban a relacionar entre sí a través del oro, sino del dólar”, analizó. De esta manera, acota, la Reserva Federal de los Estados Unidos “se convirtió en el Banco Central del Mundo”, y por ende, “lo que allí se hace en materia económica afecta a lo que se hace en todo el planeta”.
Por ello no cree que sea factible la dolarización de la economía venezolana, tal y como la están planteando algunos especialistas, “porque eso generaría pérdida de soberanía y perturbaciones importantes”. De hecho, refiere que los países BRICS están consolidando una nueva arquitectura financiera que supere los envejecidos y desgastados sistemas de financiamiento como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
La protección a nuestra moneda a través de las políticas cambiarias, sintetiza, “permite mejorar la inversión social y el gasto público”, y con esto la población podrá seguir siendo beneficiada en lo que a salud, alimentación y educación respecta, entre otros aspectos.
En tal sentido, esgrime que el Sistema Marginal de Divisas (Simadi), implementado recientemente, no es más que el reflejo de esa política cambiaria. “Lo que se puede hacer son modificaciones del valor de ese tipo de cambio para irlo ajustando, pero eliminarlo es inviable en el contexto del Plan de la Patria, de la soberanía de la República y de esa nueva forma de relación que tenemos con América Latina y el Caribe”.