Alí Rodríguez Araque es ejemplo de lucha revolucionaria

Los revolucionarios del mundo recuerdan el legado de Alí Rodríguez Araque, luchador incansable que con experiencia y honestidad se convirtió en una escuela imprescindible para las nuevas generaciones. Aquejado por una afección de salud que le mantuvo alejado del escenario político durante cuatro años, falleció el 19 de noviembre de 2018 en La Habana, Cuba, a los 81 años de edad.

El presidente Nicolás Maduro recordó al revolucionario Alí Rodríguez Araque, y dijo que fue “un hombre imprescindible, honesto, que nos enseñó a ser consecuentes y a luchar con principios para alcanzar las victorias. A 2 años de la siembra de nuestro maestro Alí, su doctrina y ejemplo nos guía en medio de las batallas”.

Nacido en Ejido, estado Mérida, el 9 de septiembre de 1937, Rodríguez Araque, se graduó de abogado en 1961 en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se especializó en economía y materia petrolera, así mismo fue miembro del Partido de la Revolución Venezolana (PRV).

En su adolescencia luchó en defensa del pueblo que derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez, combatió también en los años 60 y 70 al régimen represivo que se impuso en Venezuela bajo la figura de la democracia representativa.

Con el seudónimo de Comandante Fausto, Rodríguez Araque, se desempeñó como un combatiente destacado que se internó en las montañas del país y desde allí gestó una intensa lucha contra el puntofijismo y sus políticas de exclusión y represión que se extendió por 19 años.

Años después, Alí fue partidario del movimiento popular que trajo consigo el ideario bolivariano de Hugo Chávez, y al acceder este a la Presidencia lo nombra ministro de Petróleo en 1999.

El político, abogado y diplomático venezolano, se desempeñó como secretario general de la Unasur, ocupó diversos cargos en el gobierno de Hugo Chávez, y en el del presidente Nicolás Maduro, entre los que destacan los Ministerios de Energía y sinas (Petróleo), Secretario general de la OPEP, presidente de Pdvsa, ministro de Relaciones Exteriores, ministro de Economía y Finanzas y embajador de Venezuela en Cuba, este último cargo lo ocupó en dos periodos 2006-2008 y 2014-2018. Falleció mientras todavía ejercía el cargo.

“¡La línea justa es luchar hasta vencer!”

Rodríguez Araque siempre tuvo en su ideal una “la línea justa para luchar hasta vencer”, convirtiéndose en un férreo opositor a las políticas neoliberales, particularmente a las privatizaciones. Y fiel a las luchas del pueblo venezolano.

Siempre instigó a que frente a las batallas que vienen hay que luchar por la paz, pero más allá de eso que habría que estar preparados para cualquier contingencia.

Nunca dudó de que en las época de desafíos, los jóvenes de la Patria tienen el pensamiento claro para desentrañar realidades y transformarlas.

“Yo soy bastante optimista de que saldremos delante de las situaciones e interrogantes que han surgido en el país, aquí hay fuerza intelectual capaz de fomentar el debate político con discusiones sanas y soluciones viables”, dijo en el Foro con la Escuela Salvador de la Plaza en Caracas.

Por eso siempre invitó al pueblo a crear y fortalecer una nueva forma estatal que se basara en las comunas, donde el Pueblo solvente sus problemas y participe en la solución de los mismos, esto para aprender a gobernar y a ejercer el poder político.

Hoy Venezuela sigue su legado de hombre luchador, librando grandes batallas con una fuerza política a la vanguardia, con ética ejemplar, siendo esta la principal fuerza de los venezolanos y venezolanas para la construcción de una revolución socialista.

TyF/ Vicepresidencia
Caracas