Alí Rodríguez: Hay que repensar la economía y afinar la puntería

“Venezuela requiere financiamiento no solo para mantener la producción petrolera sino también para incrementarla. Yo creo que hay que pensar en planes de aumento de explotación de hidrocarburos; y si eso pasa por crear asociaciones con el sector privado, no veo por qué no se pueda hacer. No hay que tener ningún prejuicio en eso. Pero eso sí, siempre que el Estado mantenga el control de las operaciones”, sostiene Alí Rodríguez

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El embajador de Venezuela ante la República de Cuba, Alí Rodríguez, nos recibe en el despacho que ocupa en Petróleos de Venezuela en calidad de presidente honorario. En este encuentro que sucede al día siguiente de las elecciones presidenciales, resulta imposible no mezclar política e hidrocarburos, coctel de factores muy propio de nuestro país.

-Entre las elecciones presidenciales de 2013 y el proceso del 20 de mayo pasado el chavismo perdió cerca de 1,3 millones de votos. Un sector de la oposición ya comenzó a decir que ese resultado, en un marco de abstención superior a 50%, se traduce automáticamente en la conformación de un cuadro de ilegitimidad política. ¿Cuáles son sus reflexiones a pocas horas de este proceso electoral?

-Primero hay que tomar por lo menos dos factores: la situación que hemos vivido en los últimos años en el país y las campañas que se han desatado a lo interno de Venezuela y en el exterior. La situación, como sabemos, ha sido de muchas dificultades. Todos conocemos el impacto que tiene el ingreso petrolero en la economía nacional y, en consecuencia, en el conjunto de la sociedad. Y también se sabe que se ha ejecutado una gran estrategia de desinformación, sobre todo por la administración Trump, en contra de nuestra nación. Y con todo lo que ha declinado su poder, Estados Unidos todavía sigue siendo un gigantesco imperio con mucho poder en el mundo. Y eso le permite chantajear, presionar, coaccionar, a otros gobiernos y a sectores económicos, buscando asfixiar a Venezuela. Y esto no es una deducción de un antimperialista, es algo explicito del señor Trump, pues lo ha dicho públicamente en varias ocasiones. De modo que es una política oficial del Gobierno estadounidense, por lo que es perfectamente esperable que esa política la sigan sus aliados más estrechos, que con mucho representan buena parte del poder mundial. Hasta ahora los gobiernos bolivarianos de Chávez y de Maduro han sabido trazar una política de alianzas a escala mundial que ha hecho que el cerco que se ha intentado sobre Venezuela no haya funcionado. Porque el plan imperial consistía en alcanzar dos objetivos: desestabilizar en lo interno y aislar en lo internacional. Ambos planes han fracasado. En un momento provocaron cierta desestabilización interna pero no fueron a más. Y eso sin duda es un éxito de los gobierno de Chávez y Maduro.

En cuanto a la legitimidad –agrega Rodríguez- aquí nunca se ha discutido, desde los orígenes de la democracia venezolana, si un gobierno es legítimo o no según el número de votos. Si así fuera, quién sabe cuantos gobiernos hubiesen sido calificados de ilegítimos en el pasado. Tampoco fue una votación con tan precaria cantidad de votos como para negar la legitimidad del proceso, porque entonces tendrían que demostrarme que quienes no votaron lo hicieron en contra. Además, siempre hay un porcentaje de la población venezolana que no vota, que es remisa a votar; otra que lo hace tardíamente. Habría que desagregar las razones, los factores que incidieron en esta oportunidad. ¿No votaron simplemente porque están disgustados con el Gobierno? ¡No lo creo! Entre esos factores hay otros aspectos, por ejemplo, ¿cuánta fuerza de convicción tienen las propuestas que se presentan al pueblo y quiénes las llevan? Puede haber propuestas muy buenas, pero si la persona que las presenta no tiene credibilidad las mismas no tienen eficacia.

-¿Esta de acuerdo con el reintento de iniciar un proceso de diálogo con la oposición?

-Sigo pensando que el diálogo es sumamente importante. En las sociedades hay que dialogar. Yo siempre uso el ejemplo de Vietnam. En el momento más álgido de la guerra, se sentaban los factores en pugna en París en mesas de diálogo. La irracionalidad de Estados Unidos terminó con un desenlace catastrófico para ese país. Pero nosotros que estamos muy lejos de

haber derramado sangre en una confrontación política interna, ¿por qué entonces no vamos a dialogar? ¿Quién puede cometer la tontería de negarse a dialogar? Eso sería una muestra de inmadurez política, de inseguridad en lo que se sostiene, de no tener confianza en sí mismo. El que tiene confianza en sí mismo va a dialogar con quién sea, sin ningún temor. Y si es entre venezolanos va con la certeza de que algún resultado positivo se pueda obtener.

-¿Los grupos políticos de extrema derecha muy activos con la violencia y que en este caso también lo fueron con la promoción de la abstención, prefieren llegar por la fuerza para desmontar los logros de la Revolución abruptamente? ¿Será ese su objetivo al promover un golpe de Estado o la intervención de fuerzas extranjeras?

-En uno u otro caso arrebatarle a la gente lo que ha obtenido, no como un regalo, sino también como fruto de su esfuerzo, de su merecimiento, de algo que se tiene como propio, redundaría en la defensa de tales conquistas por todos los medios.

-¿Repite la dirigencia de la derecha los errores que cometió la izquierda en los años 60?

-La dirigencia de la derecha no lee y mucho menos de historia.

PDVSA EN REVISIÓN

-¿Cuál será el impacto en el sector petrolero del desconocimiento del resultado electoral por parte de la Unión Europea, Estados Unidos y el Grupo de Lima, tomando en cuenta la evolución de los precios del barril y del estado de la producción petrolera?

-El mercado petrolero está ahí. A los países consumidores no les importa si el petróleo viene o no de una nación sometida a sanciones porque el petróleo es necesario para su desempeño económico. La situación energética mundial no está como para prescindir de los recursos petroleros. La demanda energética sigue creciendo y la demanda dependiente de los hidrocarburos sigue en aumento. Si bien no al mismo ritmo que el de hace algunos años atrás, esta continúa mostrando un crecimiento lento pero progresivo. Las estadísticas de la Agencia Internacional de Energía y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo así lo demuestran. Venezuela sigue exportando su petróleo a pesar de la dificultades. Porque está bien, Estados Unidos nos aplica sanciones, pero no prescinde de los 900 mil barriles que le llegan diariamente. No es fácil hacer a un lado a Venezuela. Todo depende además de la estrategia que despliegue en el ámbito, no solo petrolero, sino también diplomático. Hasta ahora se ha logrado impedir que se cierre el lazo con el que han pretendido asfixiarnos el imperio y sus aliados.

-Según distintas fuentes, Venezuela produce actualmente 1,4 millones de barriles diarios. Hace meses, usted tenía la esperanza de que el escenario iba a mejorar. ¿Tocamos fondo? ¿Qué hace falta para aumentar la producción?

-Mientras tengamos recursos como los que efectivamente posee el país siempre habrá salida. Pero en los negocios también pesa mucho la correlación de fuerzas: cuánta necesidad tienes tú y cuánta facilidad tengo yo y a la inversa. Es obvio que Venezuela requiere financiamiento no solo para mantener la producción sino también para incrementarla. Yo creo que hay que pensar muy bien en planes de aumento de la producción y si eso pasa por crear asociaciones con el sector privado, no veo por qué no se puedan concretar. No hay que tener ningún prejuicio en eso. Eso sí, siempre que el Estado mantenga el control de las operaciones.

-¿Hay sectores políticos y empresariales que afirman que estamos como estamos porque se desmontó la Apertura Petrolera?

-Si estuviéramos como estamos porque se recuperó la soberanía y eso tiene un precio, pues bien pagado esta ese precio. Ahora bien, hay que ver si lo que sucede es simplemente el resultado del ejercicio de soberanía o si se trata de un problema de políticas o de conducción. Yo creo que Pdvsa debe pasar por una revisión de los efectos que ha tenido la pérdida de un número importante de cuadros, de las consecuencias que ese fenómeno ha tenido en la productividad de la empresa. Claro, la productividad depende no solo de la destreza de los cuadros sino también del rendimiento de los pozos, de la calidad de las reservas, etc. Una de las ideas que defiende Carlos Mendoza Potellá es ir a los campos maduros del Zulia. La ventaja que esto tendría radica en la alta calidad del crudo allí existente, pero esos recursos están a mayor profundidad. Eso significa costos muchos mayores en comparación con el de la Faja Petrolífera del Orinoco a la hora de colocarlos en la superficie. Un estudio eminentemente técnico debería decirnos dónde vamos mejor en cuanto a rendimiento, a ganancias, a mejoras para el país. El problema es que no podemos caminar con los dos pies. Esa es la impresión que tengo. No podemos caminar con el pie de la Faja y el pie del Zulia. Si pudiéramos hacerlo sería ideal. No tengo un conocimiento actualizado del potencial real del Zulia. Sí conozco todo el estudio que se hizo en la Faja. Pero ciertamente en esos campos maduros hay petróleo de muy alta calidad. Es un problema técnico de análisis de costos y de ganancias. Es decir, yo no me enrolo apasionadamente por una u otra fórmula. Si yo estuviera aquí, activo en Pdvsa, plantearía la realización de un estudio técnico. Hay capacidad técnica para hacerlo y si no la tuviésemos podríamos contratarla con el objetivo de contar con resultados y conclusiones necesarias para tomar una decisión.

-¿La realidad económica nos obliga a revisar el marco jurídico y fiscal en materia de hidrocarburos?

-Yo creo que las leyes son instrumentos de política. No son cánones inmodificables o sagrados. Si vamos a una política de expansión de la producción habrá que hacer las modificaciones legales necesarias para tener herramientas eficientes para desarrollar esa estrategia. Pero por supuesto que primero hay que hacer la política y después la ley y no al revés. Es decir, antes de aprobar una ley puedes antecederla de un debate político.

-La economía cubana muestra signos de estabilidad económica. La de Bolivia y Ecuador también. ¿Por qué en Venezuela no tenemos resultados similares?

-Atreviéndome un poco en la respuesta creo que esta situación es producto de la imprecisión en los objetivos económicos. Tenemos que tener claridad en saber hacia dónde queremos ir, por ejemplo, en política petrolera, en apreciar la jerarquía que tiene la política petrolera en el conjunto de la política económica del país. Esta tiene tiene un peso fundamental, independiente de la disminución de la producción y del comportamiento de los precios. Los precios hoy día no son nada despreciables. Cuando nosotros comenzamos estaban en 8 dólares. Luego vino el aumento fruto de la estrategia internacional de Hugo Chávez que cohesionó la OPEP. Creo que hay que tener una política más activa en esa organización y hacer los ajustes necesarios a lo interno dado que no se cuenta con los recursos necesarios para invertir. Hay asuntos que resolver que comienzan con la política petrolera y que abarca la política económica general. Hay que resolver el problema alimentario. Hay que elaborar un plan de producción de cereales como el arroz y el maíz. Hay que repensar la economía venezolana y afinar más la puntería. En primer lugar está la cuestión petrolera, si no se produce petróleo, si no se vende petroleo, los otros sectores acusan las falta de inversiones para poder avanzar.

T/Alfredo Carquez Saavedra
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