Se rompió el mito de que no se podían obtener las de hortalizas|Venezuela elabora sus semillas de papa, tomate, lechuga, pimentón y ají dulce

En Venezuela se producen semillas con nombre propio, producto del trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) y las campesinas y los campesinos. Para papa se confeccionaron las semillas Andinita y María Bonita, que han dado “resultados extraordinarios”, relata la presidenta del INIA, Tatiana Pugh.

Este año “un grupo de productores de Trujillo sacaron 40 toneladas de semilla por hectárea” de la María Bonita, cuando el rendimiento habitual es de 30 toneladas. La Andinita “también tiene muy buen rendimiento, de cerca de 30 o 35 toneladas por hectárea”, y es “muy resistente a plagas y enfermedades”.

Pugh -en conversación con el Correo del Orinoco a propósito de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercado Común del Sur, efectuada esta semana en Caracas- anuncia que la papa que se sembrará el año próximo en Trujillo, Mérida, Táchira y Lara “será con semilla producida en el país” gracias al concurso del INIA y de productoras y productores.

También hay buenas noticias en hortalizas. “Mi formación es en el área de mejoramiento genético. A nosotros siempre nos dijeron (en Agronomía-UCV) que era imposible producir semilla de hortaliza”, porque supuestamente “no había condiciones, el clima no lo permitía”, rememora. “Eso quedó en el imaginario de la gran mayoría de quienes nos formamos en esa visión”, pero “hemos descubierto que ese era una gran engaño, fundamentado en que Venezuela solo debía comprar semillas” en lugar de disponer de ellas de manera soberana.

TAMBIÉN LAS HORTALIZAS

Con el esfuerzo realizado “hemos desarrollado algunas variedades de tomate, pimentón, lechuga y ají dulce”, enumera. El tomate lleva el apellido ALBA; el pimentón es Río Tocuyo y la lechuga Libertad. El ají todavía no tiene su “fe de bautismo”, pero no por ello es menos importante. “Este año vamos a cerrar con la producción de 600 kilos de hortalizas (tomate, pimentón, lechuga y ají dulce), que es importante porque para sembrar una hectárea de tomate se necesitan 80 gramos” de semillas.

La servidora pública detalla que muchas de esas semillas ya son empleadas en los programas de agricultura urbana de la Fundación Ciara. “Estamos empezando a producir plántulas (plantas en su primer estadio de desarrollo) en Lara que están a la orden de productoras y los productores”.

Ahora uno de los retos es “producir semilla de caña” para poder satisfacer los requerimientos de la nación. “No estamos sembrando toda la caña que deberíamos; hay que producir más semilla, y semilla de calidad, porque mucha de la semilla de caña que se producía era simplemente de los cortes de lo que quedaba”, evalúa.

CARAOTA HECHA EN LARA

En El Tigre (Anzoátegui) “estamos desarrollando un laboratorio para cultivar in vitro semilla de yuca”, puntualiza. “Gran parte de la producción de yuca del país es de semilla campesina, de buena calidad porque los campesinos saben cómo conservar su semilla, pero nosotros tenemos que producir muchísima más yuca”, porque contiene un almidón “muy preciado, inclusive, en la industria petrolera”. Por ello “tenemos que producir más yuca para consumo humano, consumo animal y la industria petrolera”.

También menciona la experiencia en Lara, “donde estamos probando un material de semilla campesina -de caraota- que fue desarrollado por los propios productores y bautizado como Carmelinia”. La semilla es “producida por los productores para sus propias condiciones. El INIA lo que hizo fue organizar, hacer seguimiento y dar recomendaciones”, sostiene.

En el INIA también están trabajando con frutales como parchita, guayaba, cítricos, cacao y café. “Están a la disposición de los productores variedades de café que ya han sido probadas”, destacó Pugh.

NEGOCIO PARA LAS TRASNACIONALES

En el país se importan semillas de maíz y de hortalizas, señala la presidenta, así como de pasto y maíz. Pero, por ejemplo, “toda la semilla de arroz es propia”. Las semillas de raíces, tubérculos y frutales “son propias, y son semillas campesinas que los propios productores guardan”.

La semilla no es “solamente un tema tecnológico” sino cultural, social y productivo, además de económico. “Tal vez por eso es que la semilla es un tema tan complejo, porque 85% de la semilla certificada en el mundo la controlan seis grandes trasnacionales, porque ha sido vista como un gran negocio” que mueve también los productos asociados con la prensa.

Es por eso que “hablar de semilla es hablar de una gran contradicción y de un gran conflicto entre la semilla vista como un elemento cultural de los campesinos y las campesinas” y quienes hicieron de eso un proceso mercantil. Las campesinas y los campesinos preservaron el conocimiento, y fueron “expoliados cuando las grandes compañías tomaron ese conocimiento”, cuestiona.

En la actualidad en el país se produce 40% de las semillas de maíz, y “para este año nosotros llegaremos a 60% de las semillas”, anunció. “Hemos tomado la experiencia de investigadores, mejoradores del maíz” del INIA y de otras organizaciones. “Materiales que fueron desarrollados en los programas de mejoramiento de esas instituciones son los que estamos multiplicando”.

También hay plantas agroindustriales en capacidad de procesar ese maíz, como la planta Noel Rodríguez de El Tigre (Anzoátegui), plenamente operativa, que “está recibiendo la producción de los productores semilleristas”. En la agroindustria anzoateguiense también se recibirán -en el año 2014- sorgo, soya y caraotas.

La meta es que, para 2019, “nosotros tenemos que producir toda la semilla de maíz”, resalta.

Por lo pronto “ya hemos logrado el 100% de soberanía en rubros como la papa”. Esa semilla anteriormente provenía de Canadá y de Argentina, “y los conflictos con este tema son históricos”. Ahora “con el uso de la ciencia y la tecnología, con el cultivo de tejidos y vitroplantas de papa y una red de productores (en Mérida, Táchira, Trujillo y Lara)” en el año 2014 “no será necesario importar ni una semilla de papa para pisos altos”. En otras palabras, para cultivar en la zona andina “no se va a importar semilla”, celebró.

ESFUERZOS PARA 2014

Con los recursos aprobados por el Jefe del Estado -142 millones de bolívares- para el área de semillas está previsto no solo incrementar la producción sino “incorporar nuevos rubros”, como los pastos. También se espera “fortalecer lo que hemos producido” e “incorporar rubros que no han sido tocados”.

Pugh calcula que hay en el país unos mil productores de semillas o semilleristas. “Son poquitos, y por eso hay que incorporar muchísimos más”, admite. Mas con los mil “hemos avanzado todo lo que hemos avanzado”. La experta insiste en que, más que desarrollar semilleristas a título individual, se espera crear comunas dedicadas a la producción de semillas, y comenta que en Tucutunemo se trabaja para obtener las de maíz y en Barinas para las de plátano.

Venezuela “es reservorio de uno de los tipos de cacao más importantes a escala mundial”, reconoce. “Somos reservorio no solamente del material genético, sino del conocimiento que tienen los productores de cómo manejar el cultivo”. Pugh asegura que el cacao de Chuao “es el mejor del mundo, y no solamente por la tierra, sino por la gente de Chuao, que lo sienten, lo huele, lo oye”. Pero, precisa, “hay que renovar plantaciones”, porque “son muy viejas, tienen muchísimo tiempo”. Esa renovación requiere “material genético acorde con nuestras condiciones”, pues “sería un crimen incorporar otra cosa diferente. Eso está descartado”.

Las plantaciones cacaoteras deben tener mejores rendimientos. Ahora “son de 300 kilos por hectárea, y deberían ser no menos de mil kilos por hectárea”, lo que se puede atribuir “a que son plantaciones viejas” y con poca densidad de plantas. De nuevo serán la ciencia y el conocimiento ancestral los que darán una respuesta acorde con lo que se necesita.

T/ Vanessa Davies
F/ Miguel Romero y cortesía INIA

Felicitaciones a INIA y A ESE GRAN EQUIPO DE INVESTIGADORES EN HORTALIZAS DEL INIA-Lara que en conjunto con investigadores de Cuba y agricultores de hortalizas del estado Lara, lograron la obtención de los primeros 6 cultivares de hortalizas en la histroria de Venezuela, mismos que ya cuentan con la ELEGIBILIDAD DEL SENASEM.
FELICITACIONES