El cacao sigue siendo uno de los productos agrícolas autóctonos que más dividendos puede dar en la agricultura nacional si se tiene una buen política. Esta fue una de las conclusiones del primer encuentro Sabores y Saberes del Cacao Venezolano, promovido por Casa Franceschi y organizado junto a la coordinación de emprendimiento y seguimiento de egresados del Decanato de Extensión de la Universidad Simón Bolívar (USB); contó con la colaboración de la Corporación Andina de Fomento.
Entre los expositores estuvieron agrónomos, investigadores y economistas de las escuelas universitarias y organizaciones científicas dedicadas a la investigación y desarrollo del cacao nacional, como la Universidad de los Andes, la Universidad del Zulia, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Metropolitana, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, el Instituto de Estudios Superiores de Administración y la Universidad Simón Bolívar, invitados para contribuir con la construcción de una plataforma que incentive la industria del cacao en Venezuela y el desarrollo de sus posibilidades en las próximas décadas.
Uno de los ponentes conversó con el Correo del Orinoco. Fue José Leonardo López, ingeniero agrícola de Nestlé de Venezuela y quien participó en le tema «Productividad del cacao, agronomía y enfermedades». Es uno de los miembros de esta empresa que impulsa el Plan Cacao, con el que se busca capacitar a los pequeños y medianos agricultores de este producto.
López recalcó: «Es un programa de apoyo integral al productor de cacao, familia y comunidad, que incluye capacitación técnica, soporte para la mejora de las fincas y acompañamiento social. Los objetivos son aumentar la calidad del producto, mejorar la calidad del caco y un sostenimiento del cultivo a largo plazo».
PRIMERO LA CAPACITACIÓN
«La idea es tener una cadena de producción que sea sostenible y sustentable en equilibrio con la sociedad y le menos ambiente. Empezamos el 2008 y a partir del 2013 lo establece Nestlé como Plan Cacao. Desde ese momento hemos capacitado a más de 900 productores directamente e indirectamente hemos apoyado más de cuatro mil personas», continuó el ingeniero.
El trabajo lo han centrado en tres zonas: Sur del lago (Mesa Julia-Tucani hasta Trujillo); el eje de Barlovento (Caucagua-El Guapo y hasta Higuerote) en Miranda; y la Península de Paria en Sucre: «No tenemos tierras propias, porque no es la política de la compañía, sino que apoyamos a los agricultores, que si es nuestra política para hacer crecer al sector cacaotero en Venezuela».
El programa se basa en buenas prácticas agrícolas en todo lo que se refiere al cultivo, incluyendo el mano fitosanitario, el control de plagas, vigilar la maleza, la poda del cacaotal y su mantenimiento: «El corazón de este plan es la propagación de plantas, ya que el campo venezolano está altamente envejecido, ya que las plantas han dejado de ser productivas. Se deben renovar plantas y aumentar las plantaciones».
Para lograr estas metas la compañía, según un informe, se centrará en atender y rehabilitar 540 mil árboles a escala nacional; entregarán a los productores gratuitamente más de 220 mil plantas de alta calidad. Eso sí, no trabajan solos sino con universidades, entes gubernamentales y varias ONG. Tampoco les importa trabajar con asociaciones, consejos comunales o productores independientes.
Recalcó que, aparte de enseñar a sembrar bien, también el programa incluye charlas de nutrición a los institutos educativos; escuelas del sabor para quienes deseen emprender un negocio culinario, y otras facetas: «Los acompañamos en el proceso hasta que arrancan el negocio. Inclusive les podemos a enseñar a montar un restaurante, porque ellos están en zonas turísticas. Y no solamente asesoramos a los cacaoteros, sino también a los que cultivan papas, cebollas y otros rubros. La idea es que la gente cree un negocio».
HAY TERRENOS
López se explayó en el punto de las tierras: «En casi toda Venezuela hay tierras aptas para sembrar cacao. Por estadística hay más de 600 mil hectáreas para cultivar cacao y solamente tenemos de 55 mil a sesenta mil sembradas. De ahí que la oportunidad de crecimiento es bastante grande y en estos momentos estamos explorando nuevas zonas crecimiento, como son los estados Guárico, Cojedes, Apure y Yaracuy, donde existen muchos productores incipientes. En Aragua estamos recuperando la zona de Ocumare de La Costa. Debemos expandirnos y no solamente concentrarnos en las zonas élite».
Para este profesional, la tecnología y avances biológicos son claves: «Una cosecha de cacao desde que la fundas con semillas hasta que pueda dar frutos, pueden pasar cuatro años para comenzar a ser productiva. Si la fundas de una manera de injerto acortas el tiempo a un año y medio o dos. Sin embargo, una planta por semilla dura más que una planta por injerto. La de semilla puede durar hasta cincuenta años produciendo, mientras que por injerto duran de 15 a 20».
«Una vez que la planta comienza a producir vas a recoger cosechas todo el tiempo, porque da frutos y frutos continuamente. El ciclo autogenético de formación de una mazorca hasta que tu la coseches es de cuatro meses y medio dependiendo de las condiciones climáticas, que te dan dos picos fuertes: de octubre a marzo y luego de julio a septiembre, repitiéndose luego este ciclo», agregó el también docente.
HASTA DOS KILOS
En Venezuela, la producción de una planta de cacao da 280 gramos al año. Muy contento, José Leonardo López esbozó: «Con el Plan Chacao hemos logrado que una planta dé kilo y medio, pero en muchos casos hasta dos. Eso sí, en nuestra enseñanza trabajamos lo netamente orgánico. Lo que queda de la plantación lo descomponemos y volvemos a aplicar en la planta. Además, estamos utilizando un líquido de lombriz que tiene reforzadores biológicos que reconstruyen las condiciones del suelo que hemos venido deteriorando a lo largo de los años. Cada vez que sacas una mazorca de cacao le estás restando nutrientes al suelo, y si no se lo reincorporas, la planta no va a tener con qué hacer nuevos frutos. Es devolverle al suelo lo que le hemos quitado».