Colectivo La araña feminista|Aló, Línea Aborto Información Segura (Opinión)

Mi entorno cercano sabe que desde hace cinco años asumí la responsabilidad de atender cada cierto tiempo a mujeres de todo el país que necesitan información sobre aborto con pastillas. Esos días mi vida cotidiana no transcurre de manera habitual. Cuando tengo el teléfono me duermo un poco más tarde y me levanto más temprano para poder atender a más mujeres.

Llevo un registro de llamadas y casos especiales a los que hay que hacerles seguimiento y que luego comparto con la compañera que me sigue en la atención telefónica. Me invento espacios calma e intimidad entre el ajetreo común en mi vida, para escuchar a las mujeres y darles la información que llevamos años investigando y sistematizando.

A veces me ha tocado atender en el Metro, en la calle, en un paseo con amigas, en el trabajo: “…Ahorita no te puedo atender porque estoy en la calle y no puedo hablar, pero en la noche te devuelvo la llamada y te doy toda la información. Tranquila amiga, no desesperes que apenas pueda te devuelvo la llamada”.

Mi entorno afectivo también vive conmigo la rabia y el dolor cuando atiendo a mujeres víctimas de violación o de violencia obstétrica, cuando el patriarcado se hace más evidente. Pero la gente que me rodea también ha incorporado el tema aborto a su cotidianidad. Ve que todos los días llaman. Sea Navidad o Semana Santa. Sea hora de almuerzo o sea de noche. Y que entre mujeres hablamos de aborto y lo asumimos como un evento más en nuestras vidas, como una decisión legítima que las mujeres históricamente tomamos al margen del marco legal que nos penaliza y criminaliza.

Cuando comencé a atender la Línea Aborto Información Segura había pasado con mis compañeras por un proceso breve pero intensivo de investigación colectiva y capacitación acerca del aborto con medicamentos. Ninguna de nosotras es médica, pero decidimos militar para que el conocimiento científico acerca de la salud de las mujeres sea de libre acceso, por eso, desde mayo de 2011 activamos la Línea telefónica como mecanismo de ayuda entre mujeres para difundir información segura sobre el aborto con pastillas.

Pronto me vi conversando con mujeres de diversas edades y lugares del país, con distintas ocupaciones, con o sin pareja, con o sin hijos, que utilizaron anticonceptivos en la relación que provocó el embarazo y otras que no. No había como encasillarlas en un patrón de “mujeres que abortan”. Pero si algo comparten las mujeres que nos llaman a la Línea (0426-116-94-96) es que deciden interrumpir un embarazo no deseado en un contexto de estigma e ilegalidad. Las mujeres llaman buscando un espacio confiable dónde hablar de aborto y de lo que les pasa.

Al comienzo de cada llamada siempre explicamos qué hacemos y quiénes somos: por ejemplo, que la Red de Información por el Aborto Seguro brinda atención telefónica de forma gratuita.

Sin embargo, en un contexto donde se normaliza y justifica la existencia de mafias médicas y farmacéuticas en torno a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, es difícil creer que un grupo de mujeres se organizaran para ayudar a otras sin intercambio de dinero de por medio “¿Cuánto me va a costar la información?”. El capitalismo no entiende que lo hagamos gratis.

Y hablo en primera persona porque yo también pongo mi cuerpo, mi escucha, mi atención y mi tiempo para ayudar a las mujeres que de forma soberana deciden sobre sus cuerpos y sus vidas. Yo aborto con ellas también.

T/ Liz Guaramato
(Red de Información por el Aborto Seguro)