Amantes de la música se organizan para intercambiar discos

Amantes de los discos, coleccionistas de la música y melómanos se encontraron ayer (sábado) en el Eje del Buen Vivir para compartir, vender e intercambiar producciones musicales, en la primera edición de Vinila rocola: Feria del disco de vinilo y rarezas musicales.

En la expoventa abundaron los LP, así como los discos compactos y hasta casetes, de producciones de los más variados géneros y de diferentes épocas. La rarezas se encontraron en los títulos de los álbumes, que en su mayoría no se consiguen ni siquiera en las tiendas especializadas.

“Aquí se consiguen discos de todos los tipos, desde clásicos del rock, clásicos de la guaracha de los años cincuenta o sesenta, discos infantiles, discos de payasos de hace muchos años o música electrónica de los ochenta”, explicó al Correo del Orinoco el organizador de la feria, Eduardo Malavé.

La expoventa forma parte de un proyecto a largo plazo para mantenerse en el tiempo. O como dice su organizador, es “una conspiración” para retomar los espacios del Eje del Buen Vivir con diferentes actividades con la intención de resaltar la escena artística en el referido espacio. “La excusa perfecta fue entonces una reunión de gente amante de la música, en este caso, con los discos de vinilo”, acotó.

Vinila rocola se propone como una iniciativa para que la gente se encuentre, lleve sus discos, los venda, los intercambie, los regale o los “adopte”, añadió.

La de ayer fue la primera feria, pero Malavé espera que se pueda realizar durante los meses que restan de 2017, el primer sábado de cada mes en el Eje del Buen Vivir. La cita no es solo para coleccionistas o personas con muchos discos. También están invitados quienes tienen uno que otro ejemplar y quiere compartirlo.

En los próximos encuentros de Vinila rocola, auspiciada por el IAEM, realizarán conversatorios y otras actividades. Ayer estaba previsto que se presentara en formato acústico la agrupación Oeste santo, con su propuesta de ska y rock.

“El único requisito para participar en la feria es que todo tenga que ver con mensajes positivos, sin apología a la violencia, al terrorismo, a la pornografía infantil, todo con valores positivos. No todo debe ser zanahoria (sano) pero si positivo”, aclaró el organizador.

Por ahora -advirtió Malavé- las ventas de los discos son solo en efectivo o mediante transferencias bancarias, mientras consiguen un punto de venta para recibir pagos con tarjetas.

SIN POLVO

Eduardo Malavé llevó a la feria unos 100 LP, que forman parte de una colección que reúne “momentos icónicos” de su vida. Este melómano es de los que piensa que “la música no tiene precio”, sin embargo, detalló que los discos se podían comprar desde bolívares 100, 20.000 o más.

“Depende de la rareza. Puede ser un artista muy famoso, pero de repente la edición del acetato no es tan rara. Entonces el valor es una combinación del artista, del año del material y de la edición”, argumentó.
Otro coleccionista que llegó a la feria fue Marcel Márquez, quien llevó algunos discos de vinilo de leyendas del jazz, del reggae, del rock y de la canción necesaria como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o Carlos Puebla.

“Soy coleccionista desde hace 20 o 25 años, desde que era un adolescente. Es una afición por herencia porque en mi casa siempre hubo discos de vinilo, mi papá es periodista y era coleccionista de salsa y de jazz y crecí viendo estos discos alrededor y escuchando discos”, contó.

Márquez recordó que en Venezuela hubo una época en la que la industria discográfica tenía en el país a las más importantes empresas del sector, con la mayor cantidad de máquinas para la reproducción de discos.

“Hay coleccionistas en el mundo que piden y cotizan más las ediciones venezolanas”, apuntó.

Marcel Márquez se confiesa melómano de géneros como el reggae, el dub, el jazz, la salsa y el rock en cualquier formato, pese a que trata de priorizar que cada nuevo integrante de la colección sea en vinilo.

Por su parte, Aurelio Santos presentó en la feria una buena cantidad de discos de diferentes formatos y hasta casetes, pero no los de su colección, porque esos “no se tocan”. Los objetos de deseo de este melómano son los álbumes de rock en español y venezolano. “Tengo otras cosas pero muy poquito”, precisó.

Compactos originales de bandas que marcaron la historia en la música nacional como Zapato 3 y Sentimiento Muerto se lucían junto a producciones de Soda Stereo en la exposición de Aurelio Santos. “Esto ya no se consigue en las discotiendas, en estos locales, también están desapareciendo”, lamentó.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Miguel Romero