Este viernes arrancó en Madrid la Cumbre de los Pueblos con el objetivo de plantear un claro rechazo a las políticas neoliberales, en especial a los acuerdos del Tratado de Libre comercio (ALCA) entre la Unión Europea (UE) y América Latina.
La alternativa Cumbre de los Pueblos esta siendo organizada por el foro «Enlazando alternativas» y pretende «desenmascarar a la UE y denunciar su papel en el mundo destruyendo las condiciones de vida, así como los derechos sociales y ambientales», explicó Mónica Vargas, portavoz de ese movimiento.
De momento, han confirmado su asistencia 54 países, 34 de los cuales estarán representados por presidentes o primeros ministros.
Vargas explico que la intención es «poner en común ideas y construir solidaridad desde abajo para enlazar políticas alternativas y crear caminos comunes hacia la justicia, la sostenibilidad y la igualdad».
Este foro alternativo se celebra en paralelo a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe y está previsto que el domingo se produzca ya un encuentro con «presidentes progresistas» latinoamericanos.
Por su parte Tom Kucharz, representante de la organización, indicó que el foro trata de denunciar la «responsabilidad y los abusos de la UE en las violaciones de los derechos humanos» que provocan los Estados europeos en Suramérica, «contribuyendo a agudizar el cambio climático, o de forma indirecta, con las políticas que desarrollan allí las empresas europeas», enfatizó.
Se busca hacer públicamente-dijo- los crímenes cometidos por las empresas transnacionales europeas y sus impactos en los pueblos de Latinoamérica.
En su cuarta edición, la Cumbre de los Pueblos hará especial hincapié en la problemática de Honduras, por el golpe de Estado del año pasado; de Haití el cual fue devastado por un terremoto y del pueblo griego, «como símbolo de la voz popular que se está levantando en contra de las políticas neoliberales».