El Partido Comunista de la India-Marxista (PCI-M) exigió este viernes investigar las verdaderas causas de un deslizamiento de tierra que el jueves sepultó una aldea del centro-oeste del país con un alto saldo de muertes.
Según reportes periodísticos basados en declaraciones de autoridades locales, las intensas lluvias caídas en la zona provocaron que la falda de una montaña cayera sobre la villa de Malin, de unas 60 viviendas, y la cubriera casi por entero.
El pasado jueves el número de víctimas mortales ascendían a 31, pero se teme que bajo la capa de lodo y piedras aún queden unas 160 personas, probablemente sin vida.
Los habitantes de la aldea eran adivasis, como son llamados los miembros de un conjunto heterogéneo de grupos étnicos y tribales que constituyen la población aborigen de la India.
Los comunistas indios dieron como posible que el deslave se debiera no a las lluvias, sino a causas humanas y al afán de lucro.
Desde hace años, a raíz de deslizamientos de tierra no tan grandes, el Gobierno venía siendo alertado en vano sobre el peligro que representaba el flujo de aguas de la cercana presa Dimbha, recordaron.
Denunciaron además que en la falda de la montaña se estaba usando maquinaria pesada para remover tierras en beneficio de empresas locales y funcionarios corruptos. El uso de estos equipos causó daños en la ladera, aseguraron.
Apuntaron, por otra parte, que el lamentable estado de las carreteras que conducen a Malin impidió la rápida llegada de los rescatistas y el salvamento de más vidas. Hasta ahora del lugar solo se han sacado 22 sobrevivientes.
Esta tragedia es un crudo recordatorio de las horribles condiciones en que viven amplios sectores de adivasis y la absoluta insensibilidad de las políticas oficiales hacia esas comunidades, lamentó el PCI-M.
El partido exige una indemnización completa para las víctimas del desastre y una pronta y profunda investigación sobre sus verdaderas causas.