Considerado uno de los más hermosos del mundo|Reabren para el turismo río colombiano de los siete colores

Turistas colombianos y foráneos podrán admirar el río de los siete colores, considerado uno de los más hermosos del mundo, que aumenta su caudal y colorido con la llegada de la temporada lluviosa, confirmó este jueves RCN La Radio.

Cerrado al turismo durante la fase crítica de la época seca, ese sitio perteneciente a la serranía La Macarena -Parque Natural Nacional-, recobra ahora su mejor apariencia por el aumento de las poblaciones de algas de diversas tonalidades halladas en su lecho.

Autoridades locales esperan un arribo masivo de viajeros durante los próximos seis meses por lo que llamaron a cuidar ese relevante ecosistema, ubicado en el departamento de El Meta, en los llanos orientales, comentó la emisora.

Con apenas 100 kilómetros de longitud, Caño Cristales -su nombre oficial- es una sucesión de rápidos, cascadas y pozas. Sus aguas surgen en pleno macizo de La Macarena, a espaldas de los más antiguos tepuyes ( montañas de cimas planas), localizados en esa región, los cuales atesoran abundantes pinturas rupestres.

La pureza del torrente permite ver el fondo del lecho y toda la magia que encierra gracias a sus algas multicolores por las que los nativos lo identifican como el arcoíris derretido.

Como gran parte de su belleza depende de la vistosidad de sus plantas acuáticas, la etapa de lluvias es la ideal para recorrer ese paraje, de fama mundial.

Distinguida por su biodiversidad, Colombia posee más de medio centenar de áreas protegidas y cinco Reservas de la Biosfera.

La Macarera es el punto de encuentro de los ecosistemas andino y amazónico con la Orinoquía, y uno de los pulmones verdes del orbe.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se trata de uno de los parajes más deslumbrantes del planeta, declarado Patrimonio Biológico de la Humanidad.

Particularmente su río de los siete colores constituye destino preferido dentro de los llanos, el cual compite con la sensación de libertad que regalan las sabanas.

Fuente/Prensa Latina
Foto/Archivo