Por Ricaurte Leonett|Amenazada la organización popular (Opinión)

El imperio ha trazado la orientación a sus ejecutores de que es ahora o nunca el derrocamiento del Gobierno Bolivariano.

De allí que se hayan lanzado a la calle, no solo a cerrarla, sino a acabar con bienes del Gobierno. Es decir, contra hospitales, escuelas, centros de alimentación, con todo aquello que el Estado ha construido para el pueblo, aquello que identifica la Revolución.

Para evitar que este tipo de eventos sean de mayor magnitud, el pueblo y sus organizaciones deben actuar, aquí y ahora, profundizando la Revolución.

Significa además tomar conciencia del peligro de perder espacios ya conquistados.

Existe una clara amenaza a nuestra soberanía, a nuestra independencia. Debemos cuidar los espacios donde se reúnen los Consejos Comunales, las Comunas.

En los barrios debemos ser vigilantes de los dirigentes de las organizaciones sociales, no podemos descartar que su nuevo plan sea el de asesinar a nuestros cuadros políticos. No es casual que hayan lanzado una guerra mediática nacional y mundial contra los colectivos organizados.

El Gobierno tiene la responsabilidad de impedir que se propague la violencia en las calles, en los barrios populares. No podemos permitir que se paralice la acción del pueblo, puesto que estos actos terroristas buscan impedir la movilización popular.

Su interés es destruir los procesos de organización popular y todo aquello que signifique cooperación, más aún, si esta se extiende a otros países.

Cómo les duele la colaboración de los médicos cubanos, por eso dicen “fuera Cuba”, pero nunca dicen “fuera yankees”, cuando son ellos los que nos han explotado por largos años.

Definitivamente, “el mundo al revés” como diría Eduardo Galeano.