América Latina debe institucionalizar el poder popular para derrotar agresiones del imperio contra los pueblos

También profundizar las transformaciones sociales, para evitar que las nuevas generaciones perciban los males sociales heredados como causados por quien ejerce el Gobierno en ese momento

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La necesidad de consolidar e institucionalizar el poder popular, así como profundizar la acción social son las dos aristas consideradas de suma importancia, a fin de hacer frente y superar las agresiones del imperio estadounidense contra los pueblos.

Esta estrategia de fortalecimiento del poder popular fue el punto central compartido ayer en el XXV Foro de Sao Paulo, por un nutrido grupo de delegados de los gobiernos de América Latina, como Nicaragua, Brasil, Bolivia, Cuba, entre otros, participaron en el Seminario: “Experiencias y Perspectivas de los Gobiernos Progresistas de América Latina y el Caribe”, efectuado en el Salón Bicentenario del Hotel Alba.

La actividad fue el escenario para el intercambio de experiencias y la articulación de estrategias y políticas sociales de los gobiernos locales de América Latina y el Caribe, con el propósito de compartir propuestas e impulsar el fortalecimiento de las alianzas de la izquierda mundial.

Los delegados de los países latinoamericanos compartieron y explicaron una serie de acciones políticas y sociales que sus respectivos gobiernos han desarrollado, y algunos, incluso, aportaron datos y cifras de sus logros en la aplicación de sus programas sociales en beneficio de sus pueblos.

Nuevas relaciones de producción

En su intervención el delegado de Nicaragua, Carlos José Caterán, integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), comentó que su país está poniendo en práctica un modelo político y económico basado en el poder popular.

“Consideramos que la conciencia de clases surge del poder de clases y es en el ámbito económico donde se concretan las nuevas relaciones de producción, que es una de las principales categorías determinantes de la conciencia social”, expresó.

En el modelo político de Nicaragua, explicó, el poder es ejercido de manera directa por el pueblo y el modelo en el ámbito económico, por el ejercicio directo de la propiedad por los trabajadores.

El año 2018, señaló, durante el intento de golpe de Estado impulsado por el imperialismo estadounidense por medio de sus agentes locales, “gracias a las características de nuestro modelo pudimos derrotar el intento de golpe, y al mismo tiempo el intento puso en evidencia algunas limitaciones que estábamos teniendo en la aplicación de nuestro modelo”, apuntó.

Los retos estratégicos generados por el intento de golpe, enfatizó, “enfrentados victoriosamente podemos resumirlo en la necesidad de consolidar e institucionalizar el poder popular, y la profundización de las transformaciones sociales”, aseguró

En ese sentido, destacó que la propuesta tiene que ver con un fenómeno, ya que al transcurrir una generación política con un gobierno de izquierda y no se concretan más transformaciones estructurales, “los males sociales heredados son percibidos por esas nuevas generaciones como causados por quien ejerce el Gobierno en ese momento”, precisó.

Caterán mencionó que en Nicaragua tienen estructurado el ejercicio del poder por el pueblo a través del poder ciudadano, y en el ámbito económico, “somos el país con el mayor nivel de socialización de la propiedad después de Cuba en el continente”, añadió.

También precisó que en Nicaragua el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), está a cargo de la economía popular y social; el 79 por ciento de las unidades económicas, así como una gran cantidad de programas sociales que tienen tres objetivos: el poder económico popular, la reducción de la pobreza y la desigualdad social y la restitución de los derechos del pueblo.

El líder nicaragüense destacó que con la aplicación de su modelo socioeconómico han logrado reducir la pobreza y la desigualdad social desde el año 2007, del 48.3 por ciento al 29.6 hasta el 2014, en una segunda etapa de la Revolución, a nivel de continente después de Venezuela, “esa reducción continúa”, acotó.

El pueblo como blanco de las políticas públicas

Por su parte, el miembro del Partido Comunista de Brasil, Walter Sorrentino, al realizar un balance de los gobiernos progresistas de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, manifestó que “está directamente proporcional a la violencia con que se rompió el pacto democrático en Brasil”, señaló. Agregó que se trata de la judicialización de la política y la crimilización de la izquierda.

Al referirse a los logros alcanzados en esos 13 años, expresó, “en medio de muchas dificultades, incomprensiones, limitaciones, y horizontes estratégicos siempre a la altura de los desafíos en el campo democrático, la inclusión de la ciudadanía política del pueblo”, afirmó.

“De hacer del pueblo el blanco principal de las políticas públicas en nuestro país por primera vez, en el campo de la soberanía nacional se obtuvieron éxitos jamás vistos”, comentó.

Al contrastar las épocas, Sorrentino indicó que a diferencia de la situación actual, con los gobiernos progresistas se desarrolló un proyecto de afirmación nacional “muy vigoroso, y Brasil era un elemento de protagonismo político progresista que ayudaba a todo el mundo, sobre todo el terreno social, cuando sacó a 40 millones de personas de la pobreza, dándole derechos a los negros, las mujeres, los jóvenes, a los indígenas”, apuntó.

Estrategias para hacer avanzar la izquierda

En representación de Cuba, Víctor Gaute, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista, señaló que se debe hacer todo el esfuerzo necesario para lograr los mejores acuerdos de “cómo hacer avanzar a la izquierda y el movimiento revolucionario de nuestro continente”, aseguró.

Sostuvo que dar la batalla por Venezuela “es dar la batalla por cada uno de nosotros”. Aseguró que son aspectos comunes que son imprescindibles tomar en cuenta como lo es la premisa de no dar ninguna concesión al imperialismo estadounidense.

“Ante las pretensiones de los enemigos de las revoluciones el uso de la fuerza y el chantaje para tratar de imponernos puntos de vista, debemos expresar que de esa manera no nos entendemos. Hay que saber defender nuestras revoluciones y nuestros procesos con dignidad, firmeza y en defensa de nuestros principios”, sostuvo.

Solidaridad con Venezuela

Por Bolivia, intervino el analista internacional Hugo Móldiz, quien aprovechó la oportunidad para presentar el libro El ciclo progresista en América Latina, una compilación de Roberto Regalado, el cual muestra el mapa político de la América Latina de la década de 2000, cuyo primer tema importante electoral institucional fue el triunfo del comandante Hugo Chávez en las elecciones presidenciales venezolanas de 1998, que abrió el camino a la elección (en varios países a reelecciones continuas) de gobiernos de izquierda y progresistas.

Plasma el proceso sin precedentes en una región donde las fuerzas de orientación popular que en etapas anteriores lograron ocupar el Poder Ejecutivo del Estado fueron derrocadas, como ocurrió a los gobiernos de Jacobo Arbenz en Guatemala (1954), Juan Bosch en República Dominicana (1965) y Salvador Allende en Chile (1973).

Móldiz planteó algunas reflexiones con base en el citado texto, y expresó su solidaridad con Venezuela, que “hoy está en el centro de la tormenta de la geopolítica mundial y continental. La defensa de Venezuela es la defensa de nuestras revoluciones”.

Al realizar un balance de las acciones de los gobiernos, subrayó que es necesario que la política sea una relación de fuerzas; y hay actores que se disputan la titularidad de esta relación.

“La estrategia de Estados Unidos, la que siempre criticamos y denunciamos, y tenemos que seguirlo haciendo, no obstante, tenemos que hacer un balance desde los pueblos, de los gobiernos de izquierda y progresista. Antes de la estrategia de la dominación, tenemos que anteponer la geopolítica de la emancipación”, destacó.

La relación de fuerza se define en la cotidianidad, de quien tiene la estrategia correcta para enfrentar un momento determinado, “las victorias y las derrotas dependen también de quien aplicó la mejor táctica”, reiteró.

Venezuela construye su poder popular

Por otra parte, al destacar la importancia del Foro de Sao Paulo, la delegada del Partido Comunista Portugués, Cristina Cardoso, aseveró que lo fundamental es conocer la realidad de los pueblos y reforzar la solidaridad internacional.

Expresó su satisfacción por conocer la realidad de los pueblos, y en concreto en el pueblo venezolano que “es el más atacado en este momento por el imperialismo», afirmó.

En su opinión, Venezuela es asediada debido a que «está construyendo su Revolución Bolivariana, donde se encuentra dando condiciones para el pueblo y elaborando un poder popular».

Enfatizó que era de suma importancia la resistencia del pueblo venezolano en este momento a escala internacional, porque “es un ejemplo para todos los pueblos y da fuerza para la lucha diaria», añadió.

Cardoso también manifestó que desde el Partido Comunista Portugués desarrollan diversas actividades para explicar y aclarar al pueblo portugués la situación de Venezuela.

Asimismo, subrayó que su partido se encuentra realizando una campaña para que el Gobierno de Portugal desbloquee el dinero venezolano que fue robado por el banco portugués Novo Banco.

Sobre este tema, destacó que el dinero bloqueado en Novo Banco fue «rescatado por los contribuyentes portugueses que han colocado 800 millones de euros en la entidad bancaria, pero el Gobierno portugués se rehúsa a presionar para que el banco libere el dinero», sostuvo.

T/ Leida Medina
F/ Héctor Rattia