Este jueves recordaron al poeta a 60 años de su partida física|Andrés Eloy Blanco y Chávez se encontraron en la sensibilidad y en el culto a Bolívar

El poeta Andrés Eloy Blanco y el comandante Hugo Chávez no vivieron en las mismas épocas pero se encontraron en “asuntos medulares” como la sensibilidad y el culto a Bolívar, afirmó ayer el profesor Pedro Calzadilla, el presidente Centro Nacional de Historia (CNH).

“A nuestro Andrés Eloy lo vemos encontrándose con Chávez, por lo menos en dos asuntos medulares para Chávez y para nuestro pueblo: en el mundo de lo sensible, de la sensibilidad de nuestro pueblo, interpretada por Andrés Eloy Blanco, vivida, sentida y transmitida por el Comandante”, expresó el docente en el contexto de una actividad celebrada en la Librería del Sur del Teatro Teresa Carreño (TTC), para recordar al escritor y político venezolano a propósito de los 60 años de su partida física.

Calzadilla explicó que uno de los primeros temas en los que el expresidente y el escritor se encontraron fue en Pedro Pérez Delgado “Maisanta”, una figura histórica de culto que Chávez visibilizó, entre otros aspectos, desde un célebre poema escrito por el autor de “Píntame angelitos negros”. En varias oportunidades, el Comandante recitó el famoso “Corrido de caballería”, que Blanco le escribió al guerrillero.

CON EL PADRE

Andrés Eloy y Hugo Chávez también se encontraron en Simón Bolívar, añadió Calzadilla. El poeta, abogado y humorista “fue un bolivariano” que se negó a reproducir “el culto oficial” al prócer, sino más bien el “culto popular” al Libertador.

“Hay un texto que es fundamental, el discurso que Andrés Eloy da en México, cuando se inaugura la estatua que está en el Paseo La Reforma, en el año 1946, que es realmente conmovedor, encontrar allí a Andrés Eloy como bolivariano”, comentó.

Blanco –continuó el profesor– presidió en 1947 la Asamblea Constituyente y logró que en la introducción de la Constitución ingresara el Padre de la patria como referente común del pueblo venezolano: “Eso quedó como una marca de nuestra vida política”.

Además, desde el Congreso al poeta le tocó hacer la primera revisión de los restos mortales de Bolívar, y fue cuando expresó que el prócer debía descansar en un lugar digno. Aquella petición fue la que Chávez tomó para erigir el Mausoleo para el Libertador, que fue inaugurado en 2013.

“Venezuela tiene su Callao y su Dorado, y su Margarita y su mar de Oriente, y sus diamantes del Caroní. Esa urna no debe ser plomo. Esa urna debe ser de cristal y de oro de nuestra Guayana y de perlas de nuestro mar y de cada hombre de Venezuela que pueda dar algún día un bolívar para el sarcófago de su Bolívar, de nuestro Bolívar.

Y algún día también habrá ocasión de trasladar esos restos que ya no tenemos ningún temor de que los abran, porque profanación es intención profana y esa sería intención glorificadora de culto nacional. Que vengan aquí un día en que esos huesos intactos sean sacados de la urna de metal innoble y sean colocados en la urna de cristal y de oro que su pueblo le labrara y le afiligranara para guardarle como el mayor tesoro de su corazón”, fueron las palabras del poeta que se materializaron en Revolución.

SIN PREJUICIOS

El presidente del CNH no dudó en calificar a Andrés Eloy Blanco como una de “las figuras fundadoras de nuestra sensibilidad, de nuestra estética, nuestra poesía, nuestra historia del siglo XX venezolano”. Asimismo, criticó al academicismo que tildó al escritor como el abanderado de “una estética populachera, no digna de los repertorios de los grandes poetas”.

Calzadilla también desestimó “el prejuicio político” contra Blanco, uno de los fundadores de Acción Democrática (AD). “Sobre esos prejuicios, el comandante Chávez supo recobrar a Andrés Eloy y volvió a recitar, y el pueblo recordó lo que se sabía de memoria, la poesía que nuestros abuelos, nosotros y nuestros padres nos sabemos sin saber quién es el autor de esos bellos textos” que sembró el artista en el pueblo.

El bardo cumanés murió un día como ayer en un accidente automovilístico en México, donde se encontraba exiliado por la “tiranía” Marcos Pérez Jiménez. “Nosotros hoy (ayer) queremos recordarlo con una pequeña vista a su rol histórico, a su tiempo, a su desempeño como poeta, como artista, como creador. Nuestro Andrés Eloy visto a la luz del tiempo histórico actual”, argumentó.

El docente resaltó que la Revolución bolivariana tiene el deber de rescatar a personajes referenciales de la identidad nacional, “a figuras que se hilvanaron a las entrañas y al corazón de este pueblo, que surgieron de allí y expresaron de manera intensa y profunda a este pueblo, como Andrés Eloy”.

En el acto denominado Nuestro Andrés Eloy estuvieron presentes el vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez; la presidenta del Centro Nacional del Libro, Christian Valles, los historiadores Leonel Muñoz y Enrique Nóbrega, junto al periodista Rubén Wisotzki.

ENTRE GARCÍA LORCA Y NERUDA

Uno de los primeros en intervenir fue el historiador Leonel Muñoz, quien al inicio de su discurso cuestionó a la audiencia: “¿Quién no ha escuchado a “La hilandera”, a “La Renuncia” o a “Los hijos infinitos”? ¿Qué venezolano o venezolana no anida un recuerdo íntimo que aflore ante la letra de “Las uvas del tiempo”?¿Quién no asomó querubines morenos o dibujó ese cielo incluyente y vario pinto que reclama la letra de “Píntame angelitos negros”?

El historiador señaló que la poesía de Andrés Eloy Blanco brotó de las imágenes más comunes del pueblo venezolano, “igual romántico que de vanguardia, disfrutado por auditorios refinados y por las gentes más sencillas”, una condición que hace difícil encasillar su obra en una determinada escuela poética.

“No es equivocado decir que si algo caracterizó a Andrés Eloy Blanco fue su originalidad, el modo genuino y peculiar en que retrató las características de nuestra sociedad”, asentó Muñoz.

“Así como España tiene a García Lorca, Estados Unidos a Whitman, Nicaragua a Rubén Darío y Chile a Neruda, Venezuela tiene a Andrés Eloy Blanco”, puntualizó.

CON LA PARDOCRACIA

Por su parte, el historiador Enrique Nóbrega explicó que la participación de AD en la Asamblea Constituyente (1946-1947) sucedió en un periodo “muy complejo”, por la llegada de “la pardocracia” al poder, por eso considera algo “virtuoso” que Blanco haya sido el presidente de aquella instancia.

“Por primera vez, los sectores populares, en este caso representado por los partidos políticos llegaron a esas instancias del poder, fue de mucha polémica y lo que se refiere historiográficamente, es que se originó porque en el proyecto original, el preámbulo de aquella Constitución, la del año 47, no estaba el nombre de Dios, y ahí comenzaron los problemas”, advirtió.

Nóbrega aprovechó su intervención para leer anécdotas del poeta en el ejercicio del Congreso.

Finalmente, el periodista Rubén Wisotzki manifestó que a 60 años de la partida del humorista “los mortales debemos ensayar esa mirada propia de los grandes hombres, para retribuirle al poeta cumanés, su sitial en la sociedad venezolana”.

T/Várvara Rangel Hill
F/Héctor Rattia