Angola inscribió este sábado su primer sitio en la lista de Patrimonio de la Humanidad al conseguir el voto unánime para la candidatura de la ciudad de Mbanza Congo, la antigua capital del Reino del Kongo.
La inclusión, casi 29 años después del inicio de los trabajos, se produjo durante la XLI sesión del Comité del Patrimonio Mundial que se celebra hasta el día 12 en Cracovia, Polonia.
Reproducida por todos los medios radiales y televisivos del país, la noticia de su elección como Patrimonio Cultural de la Humanidad era esperada por los angoleños que la disfrutaron como si los hubiera sorprendido.
El proyecto, desde su inicio en noviembre de 1988, tuvo un alto componente científico para el descubrimiento de los elementos materiales e inmateriales para fundamentar el valor excepcional y universal de la urbe, que vivió su esplendor del siglo XIII al XVII.
La etapa incluyó las acciones de investigación sobre el patrimonio inmaterial, el levantamiento arquitectónico de los edificios más emblemáticos e históricos de la ciudad, su estudio e inventario para posterior clasificación.
El estudio documental hecho en Francia, Bélgica, Alemania, Portugal y el Estado del Vaticano permitió acceder a documentos originales que enriquecieron el expediente entregado a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en enero de 2015.
Para ello el Ejecutivo desarrolló diversas acciones, incluidas de diplomacia, para promocionar su dossier Mbanza Congo, ciudad a desenterrar para preservar.
«Este espacio sigue siendo el centro espiritual de la comunidad del Kongo en África y en el mundo», expuso la ministra de Cultura, Carolina Cerqueira, al recordar que la zona fue uno de los puntos de embarque de esclavos más grandes de África hacia Europa y América.