Por ALAI|En el aniversario 55 de Prensa Latina (Opinión)

Hace 55 años nacía la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina, hecho que significó un hito importantísimo en la lucha por una información que tuviera que ver con nuestra región, desde la perspectiva de la historia y las realidades de nuestros pueblos.

Prensa Latina fue, durante años, la casa de grandes periodistas latinoamericanos y latinoamericanistas como Gabriel García Márquez, Eduardo Galeano, Rodolfo Walsh, Haroldo Wall, Rogelio García Lupo, Carlos Núñez, entre muchos otros.

La primera noticia que transmitió la agencia Prensa Latina, el 16 de julio de 1959, fue sobre América Latina, emitida desde la capital más generadora de informaciones de aquella década, La Habana. La consigna de su primer director, el argentino Jorge Ricardo Masseti, fue la de “somos objetivos pero no imparciales”.

En 1961, gracias a la existencia de PL, a la que desde Washington no daban más que un mes de vida, el mundo pudo conocer la derrota de la invasión estadounidense a Playa Girón, mientras las agencias transnacionales hablaban incluso de la muerte de Fidel Castro.

Cincuenta y cinco años después, y pese a los aires de democratización, la mayoría de la información que circula en América Latina y el Caribe está generada por las agencias transnacionales de noticias, europeas o de Estados Unidos.

No cabe duda de que es indispensable cambiar esta realidad informativa con la difusión de contenidos generados en la región que -además- reflejen la idiosincrasia de nuestros pueblos, sus intereses y, sobre todo, los procesos de integración existentes.

En el camino de un periodismo soberano, el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América, integrado por organizaciones y movimientos sociales, y medios públicos y redes de medios alternativos, comunitarios y populares, decidió priorizar en sus agendas de trabajo el apoyo, el fomento y la difusión de los procesos de integración, e incluir la democratización de la comunicación como tema prioritario en sus agendas integracionistas.

Una tarea que, en esta etapa de ofensiva contra nuestros procesos de integración, comienza con contrarrestar el impacto causado por el neoliberalismo en el terreno de la cultura, la educación y la comunicación social.

Cincuenta y cinco años atrás, Masetti sostenía que el periodista no puede ser imparcial, porque siempre, lo quiera o no lo quiera, lo sepa o no lo sepa, el periodista toma partido, se identifica con uno de los elementos de la ecuación, social, económica o política que caracterizan a determinado escenario informativo, bajando del pedestal el paradigma liberal de la objetividad, la imparcialidad y la neutralidad.

Hoy, el compromiso sigue el mismo, en medio de una ofensiva de los medios hegemónicos, cartelizados en toda la región, bombardeando permanentemente con información falsa, medias verdades, manipulación, con el fin de desestabilizar a nuestros gobiernos, a través de la publicidad, las series de televisión y juegos cibernéticos, con mensajes e imágenes únicas, en el intento de crear imaginarios colectivos que destruyan la autoestima y la identidad de Patria Grande.

Vernos con nuestros propios ojos, hacer efectiva la participación de la sociedad y sus expresiones representativas, convirtiéndolas en sujetos de integración de nuestros pueblos, es el renovado compromiso. ¡Saludamos a Prensa Latina en su aniversario!

(Cortesía Agencia Latinoamericana de Información)
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