Por Fernando Travieso|Antecedentes de Pdvsa (Opinión)

La nacionalización de 1976 evitó que se cumplieran los 40 años establecidos en la Ley de Hidrocarburos de 1943 para el retorno en 1983 de todos los activos de las compañías petroleras a manos del Estado sin compensación alguna, lo que permitió una muy importante compensación al capital foráneo y el traspaso de la gerencia transnacional a la Pdvsa recién constituida.

El antecedente de la industria petrolera hasta su derrota durante el paro petrolero fueron las gigantes petroleras internacionales, que comenzaron a producir con carácter comercial en el pozo Zumaque 1 en 1914, teniendo un control ininterrumpido con base en personal formado por ellas hasta febrero de 2003.

La nueva Pdvsa desplaza mayoritariamente, producto del sabotaje petrolero, al personal ligado directamente a intereses extranjeros por trabajadoras y trabajadores con una nueva orientación, en función del interés nacional, lo que hace que sus antecedentes se remonten a la Empresa Nacional Minera Petrolia del Táchira, de capital mixto enteramente nacional privado y participación minoritaria de carácter estatal, siendo la primera en el mundo con esas características.

Las raíces de la industria petrolera que nace después del paro petrolero se enlazan a la Petrolia del Táchira, fundada en 1878, que funcionó legalmente hasta 1934, año en que no se le renovó la concesión, por presiones transnacionales, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez.

El nacimiento de la actividad en hidrocarburos en Venezuela nació del esfuerzo de venezolanos ligados al país, lo que queda demostrado por la arremetida de las corporaciones contra la Petrolia, al igual que sucedió durante el criminal paro petrolero contra el pueblo venezolano.

La Petrolia del Táchira es el antecedente de la nueva Pdvsa, que comenzó a producir en marzo de 1883 en el pozo Eureka con la tecnología más moderna de la época, lo que recordamos todos los primeros de marzo de cada año.

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Dado el poder de integración regional y la fuerza política que genera la integración energética en el marco del ALBA – Petrocaribe, la estrategia del imperialismo norteamericano apunta sus armas de comercialización de la energía hacia la “balcanización de los pueblos Latinoamericanos y Caribeños” en una lógica defensa del neoliberalismo que se resiste ante la “integración de los pueblos de la región”, y que en este caso persigue implantar una modelo de colonización mercado-gasífera y/o mercado-energética en Centroamérica y Caribe. Vale insistir en indicar que la estrategia balcanización es adoptada como principio básico por la política exterior del gobierno de los EE.UU en búsqueda de mantener la mayor distancia y fragmentación social posible para causar disfuncionalidad energética entre los pueblos de la gran Patria Latinoamericana y Caribeña. AQUÍ ESTAMOS FIRMES DESDE PDVSA, AHORA TODOS SOMOS CHAVEZ Y APOYAMOS A PRESIDENTE MADURO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PATRIA GRANDE DE BOLIVAR!

  • En conocimiento del vigente plan imperial, Chávez, dotado de claridad ideológica y política, impulsa ferozmente una nueva política exterior, tributando al respeto de la soberanía de los pueblos, la autodeterminación de los pueblos, y fortaleciendo las relaciones diplomáticas logrando concretar la conformación de bloques de integración continental, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) ambas en el año 2004. Bajo el seno del ALBA en el año 2005 surge Petrocaribe como un acuerdo de cooperación e integración energética conformado en la actualidad por 19 países entre Centroamericanos y Caribeños, que arroja actualmente notorios resultados de la política antiimperialista, a través de la cooperación y suministro complementario de petróleo y sus derivados a tasas preferenciales desde Venezuela a la región centroamericana y caribeña.