La canalla mediática, por Armando Carías|Antipremios (Opinión)

Si premiar es reconocer méritos para estimular una conducta, “antipremiar” debe ser todo lo contrario: censurar el mal proceder en busca de la rectificación.

“Antipremiar” a alguien vendría a ser algo así como regañarle públicamente y aunque se dice que no hay nada mejor que un regaño a tiempo, no estoy muy seguro que los “antipremios” anunciados por el Movimiento Periodismo Necesario la semana pasada surtan, en “los felices ganadores”, el efecto del arrepentimiento y mucho menos de la enmienda.

La ONG Provea y el diario español ABC fueron reconocidos, la primera, por sus méritos “por cercenar el derecho a la información veraz”, y el segundo “por ser ejemplo de censura”. El 2 de julio, en el acto de entrega de los premios “Anibal Nazoa”, recibirán sus respectivos galardones en las categorías “Periodismo de Hojalata” y “Terrorismo Mediático”.

Dado que esta columna se especializa en denunciar la comunicación vergonzante que representan ambos “antipremiados”, nos tomamos el atrevimiento de sugerir cinco nuevas menciones para futuras entregas:

“Antipremio al Periodismo Arrastrao”, en reconocimiento a los medios y periodistas vendepatria.

“Antipremio al Bachaquéo Mediático”, en honor a los periodistas palangristas y a los medios que mercadean la información.

“Antipremio al Periodismo Tarifado”, en estímulo a los periodistas, articulistas, twiteros y opinadores que están en la nómina de la CIA.

“Antipremio a las Campañas de Manipulación”, en ovación a los propagadores de rumores y estrategias desestabilizadoras.

“Antipremio a los Colegios y Sindicatos ProPatronales”, en exaltación a los gremios periodísticos que se olvidaron de sus agremiados.

Como esta es una columna participativa y protagónica, con todo gusto recibiremos sus nominaciones en nuestro correo electrónico.

T/ Armando Carías
armandocarias@gmail.com
Caracas