Antonio Guterres: La humanidad está librando una guerra contra la naturaleza

La humanidad se enfrenta a una nueva guerra, sin precedentes en la historia, advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres y agregó que con esta ‘guerra’ corremos el peligro de destruir nuestro futuro antes de que comprendamos plenamente el riesgo.

El severo mensaje de António Guterres sigue a un año de agitación mundial, con la pandemia de coronavirus que hizo que los gobiernos cerraran países enteros durante meses, mientras que incendios forestales, huracanes y tormentas poderosas han marcado el mundo.

El secretario general de la ONU dijo: “La humanidad está librando una guerra contra la naturaleza. Esto es suicida. La naturaleza siempre contraataca, y ya lo hace con creciente fuerza y ​​furia. La biodiversidad se está derrumbando. Un millón de especies están en peligro de extinción. Los ecosistemas están desapareciendo ante nuestros ojos … Las actividades humanas están en la raíz de nuestro descenso hacia el caos. Pero eso significa que la acción humana puede ayudar a resolverlo».

Enumeró las heridas infligidas por los humanos en el mundo natural: la expansión de los desiertos; humedales perdidos; bosques talados; océanos sobrepescados y ahogados con plástico; arrecifes de coral moribundos; la contaminación del aire mata a 9 millones de personas al año, más que la pandemia actual; y el hecho de que el 75% de las enfermedades infecciosas humanas nuevas y emergentes, como Covid-19, provienen de animales.

Aunque Guterres, como sus dos predecesores, ha hablado con frecuencia sobre los peligros de la crisis climática, este fue su mensaje con el lenguaje más fuerte, hasta el momento, sobre este tema.

La ONU fue fundada hace 75 años al final de la Segunda Guerra Mundial para tratar de promover la paz mundial después de dos devastadores conflictos globales. Guterres hizo una invocación deliberada de esa misión original, aplicándola a las crisis climáticas y de biodiversidad. “Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI”, dijo, en un discurso virtual titulado ‘El estado del planeta’, en la Universidad de Columbia en Nueva York.

«Debe ser la máxima prioridad para todos, en todas partes», expresó Guterres.  Dijo que las generaciones futuras enfrentarían la ruina por nuestras acciones hoy. “Esta es una prueba política épica. Pero en última instancia, esta es una prueba moral … No podemos usar [nuestros] recursos para bloquear políticas que carguen [a las generaciones futuras] con una montaña de deudas en un planeta destrozado».

También colocó la desigualdad en el centro del problema y advirtió que los más pobres y vulnerables, incluso en los países ricos, estaban enfrentando la peor parte del ataque. Guterres dijo que las emisiones de gases de efecto invernadero eran un 62% más altas que cuando comenzaron las negociaciones climáticas internacionales en 1990.

Un informe de la Organización Meteorológica Mundial, también publicado el miércoles, encontró que 2020 estaba en camino de ser uno de los tres años más cálidos registrados a nivel mundial, a pesar de la efectos de enfriamiento del sistema meteorológico de La Niña, mientras que la última década fue la más calurosa en la historia de la humanidad y se encontró que el calor del océano estaba en niveles récord.

Incluso con los impactos de la crisis del coronavirus, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarán nuevamente este año. Sin embargo, Guterres también dio una nota de esperanza. Muchos países, incluido el mayor emisor, China, la UE y el presidente electo de EEUU, Joe Biden, han adoptado objetivos para alcanzar emisiones netas cero a mediados de siglo. La energía renovable es ahora más barata que el carbón en muchas regiones, y las nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos, están ganando ritmo.

“Creo firmemente que 2021 puede ser un nuevo tipo de año bisiesto, el año de un salto cuántico hacia la neutralidad de carbono. El análisis económico sólido es nuestro aliado”, dijo Guterres y agregó que los inversionistas y los gobiernos deben aprovechar la oportunidad de «activar el interruptor verde» mientras aún hay tiempo.

Miró hacia adelante, a las vitales conversaciones sobre el clima de la COP26 de la ONU, que serán organizadas por el Reino Unido el próximo año, como el momento en el que las naciones deberían dar un giro decisivo hacia una economía global verde. Dentro de 10 días, Guterres, junto con el gobierno francés y Boris Johnson, será el anfitrión de una cumbre de líderes mundiales para preparar las conversaciones de la Cop26 que se pospusieron un año hasta el próximo noviembre debido a la pandemia.

En la ‘Cumbre de Ambición Climática’, que marca cinco años desde la forja del acuerdo de París, se espera que los gobiernos consoliden planes para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en la próxima década, en línea con sus objetivos a largo plazo.

A principios de esta semana, el Climate Action Tracker calculó que si se cumplieran todas las promesas netas cero hechas por gobiernos y líderes, las temperaturas subirían alrededor de 2,1 ° C por encima de los niveles preindustriales. Eso no está muy por encima del límite superior establecido por el acuerdo de París, de mantener las temperaturas a no más de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales, considerado como el límite de seguridad más allá del cual es probable que el colapso climático se vuelva catastrófico e irreversible.

Sin embargo, eso depende de que los objetivos a largo plazo establecidos para decenios se cumplan con la acción ahora. Guterres advirtió que las promesas no eran suficientes por sí mismas. “Necesitamos que todos los gobiernos traduzcan estos compromisos en políticas, planes y objetivos con plazos específicos. Esto proporcionará certeza y confianza para que las empresas y el sector financiero inviertan a ‘net’ cero».

Guterres pidió a los países que pongan un precio a las emisiones de carbono, dejen de invertir en combustibles fósiles y eliminen gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles, dejen de construir nuevas centrales eléctricas de carbón y cambien su base fiscal de gravar los ingresos a gravar la contaminación. También dijo que los gobiernos deben actuar rápidamente sobre la crisis de la biodiversidad, ya que la ONU planea varias conferencias importantes el próximo año que abordarán la destrucción de especies, los océanos, la producción de alimentos y las ciudades. “El año que viene nos brinda una gran cantidad de oportunidades para detener el saqueo y comenzar la curación”, dijo Guterres.

Laurent Fabius, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, que dirigió la histórica conferencia de París en 2015, se hizo eco del duro mensaje de Guterres. “No hay vacuna contra el calentamiento climático”, advirtió, «pero hay un antídoto, que es implementar completamente el acuerdo de París». Dijo que la asistencia financiera para los países en desarrollo sería esencial para forjar un consenso mundial sobre el logro de emisiones netas cero, ya que era fundamental para el éxito en París. «El dinero, el dinero, el dinero», dijo Fabius, fue clave para las conversaciones, y los países ricos deben cumplir su promesa de proporcionar al menos $ 100 mil millones al año a las naciones en desarrollo, para ayudarlas a reducir las emisiones y hacer frente a los impactos del clima. “La cuestión del cambio climático también es una cuestión de desigualdad. Debemos ocuparnos de esto, de lo contrario tenemos un gran problema «, concluyó Fabius.

Amber Rudd, la exministra de energía y clima del Reino Unido, que representó al Reino Unido en las conversaciones de París, dijo que Boris Johnson había debilitado su propia posición en la Cop26 al reducir el gasto del Reino Unido en ayuda exterior, lo que disminuiría la influencia del anfitrión para unir a los países en desarrollo. “Un país que entendiera la seriedad de la Cop26 no estaría recortando la ayuda internacional en este momento”, dijo Rudd.

T/Traducción de The Guardian para CO por Ana Maneiro
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