La «revolución ciudadana» continuará y el próximo sábado será «un momento de gran movilización», anunció el presidente del grupo político Francia Insumisa, Jean -Luc Mélenchon, quien indicó que «en los anuncios del presidente Macron no hay nada sobre los desempleados, no hay nada sobre los empleados a tiempo parcial, no hay nada sobre los jubilados. Los funcionarios públicos no son tomados en cuenta. Los estudiantes tampoco», informó la agencia RT.
En el mismo orden, Philippe Martinez, secretario general de la Confederación general del trabajo (CGT), acusó al mandatario francés de «hablar pero no actuar». «El presidente de la República no ha entendido nada o no quiere entender» el enojo popular, se lamentó el sindicalista.
En coincidencia con Mélenchon, el Secretario General de la CGT, Philippe Martínez, reforzó al opinar que: «Cerramos la puerta y llamamos a movilizarnos el próximo viernes 14 de diciembre».
Un hecho real
Recordó RT que la nación gala tiene varias semanas sumergida «en las violentas protestas organizadas por los ‘chalecos amarillos’, que han dejado ya un rastro de 4.500 detenidos» y si bien el presidente francés, Emmanuel Macron ha hecho algunas concesiones, los manifestantes consideran que son insuficientes y de hecho ya han convocado otras movilizaciones para el próximo fin de semana.
Mientras eso ocurre, «las autoridades alertan de ‘la catástrofe’ que las protestas conllevan para el comercio y la economía del país.
Si bien las protestas iniciales fueron en contra del aumento del impuesto a los combustibles y pese a que el gobierno anuló el aumento de impuestos, «las protestas se han convertido en un movimiento más amplio dirigido en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas», cita RT.
Refiere la agencia RT que aparentemente, las concesiones del presidente Macron no logran disminuir los ánimos de quienes manifiestan ni de los políticos opositores como Jean-Luc Mélenchon, quien estima que el presidente no ha tenido en cuenta las demandas populares para una democracia más participativa, en el sentido de que ‘en lo que Macron ha anunciado todo será pagado por la gente’, mientras que los ricos «no pagarán nada».
Las ofertas gubernamentales
El mandatario francés, de acuerdo a RT, ofreció algunas ofertas a quienes vienen manifestando, como que el salario mínimo francés aumentará en 100 euros al mes en 2019 así como se comprometió a introducir exenciones fiscales sobre las horas extras; quienes trabajan en en Francia recibirán una bonificación especial, exenta de impuestos, a finales de año.
También subrayó la necesidad de crear puestos de trabajo e intensificar la lucha contra la evasión fiscal. Otro asunto es su intención de reunirse con los alcaldes y de dirigirse de nuevo a los ciudadanos de su país para informarles sobre el trabajo realizado.
Por su parte, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ya consideró la situación como de «catástrofe» para el comercio y la economía del país en vísperas de las Navidades.
En particular, escribe RT, el ministro considera que Francia perderá 0,1 puntos de crecimiento en el cuarto trimestre de este año, mientras el Banco Central de esa nación anunció que el crecimiento se desacelerará y se ubicará en «un 0,2 en lugar del 0,4 estimado hasta ahora, debido a las protestas, que afectan la actividad empresarial del país y, especialmente, a los pequeños comercios de París y de hecho, la federación francesa de minoristas considera que «el sector ya habría perdido unos 1.000 millones de euros en ingresos a raíz de las movilizaciones durante días clave de compras de la campaña de Navidad».