El Tribunal Penal de Egipto decidirá el próximo 16 de junio sobre la pena de muerte dictada al expresidente Mohamed Mursi.
Durante una breve sesión, el juez Shaaban al Shami, no dio detalles sobre esta sentencia, relacionada con la huida de una cárcel durante los disturbios de 2011, cuando el islamista derrocó al entonces presidente Hosni Mubarak.
La corte fijó la fecha luego de recibir la opinión del mufti Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa musulmana de Egipto, según dijo Al Shami, ordenó la continuación de la detención de Mursi y los otros procesados.
El abogado defensor, Samir Mahfud, dijo que el aplazamiento se debe a que el juez obtuvo la opinión del mufti esta mañana y no pudo estudiarla o meditarla con tiempo. Mufti emite opiniones en secreto, pero según Mahfud, este ni rechaza ni aprueba las condenas a muerte, sino que deja en manos del tribunal la decisión.
El Consejo Nacional egipcio de Derechos Humanos (CNDH), difundió el domingo un informe en el que revela que al menos dos mil 600 personas han muerto a causa de la violencia política y los atentados en Egipto desde el derrocamiento militar de Mohamed Mursi de la presidencia en julio de 2013 hasta diciembre de 2014.
El alto juzgado ya había condenado a Mursi a 20 años de prisión y a 12 personas más en abril por los incidentes ocurridos frente al palacio presidencial de Itihadiya en diciembre de 2012.
Mursi llegó al poder en 2011, tras derrocar a Hosni Mubarak, pero dos años más tarde lo perdió tras el golpe de Estado militar. Mursi, y otros 105 miembros de los Hermanos Musulmanes están sentenciados a pena de muerte por escapar de la prisión Wadi Natrun en 2011. Allí había sido recluido con el estallido de las revueltas.
En abril le atribuyeron otros delitos como el uso de la fuerza y la violencia, además de retención de personas. Pesan también acusaciones de espionaje al igual que uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, Jairat al Shater, también condenado a muerte.
Además de ellos, el presidente del brazo político de la cofradía, Saad Katatni, su vicepresidente, Esam al Erian, y predicador islamista Yusuf al Qaradaui, fueron sentenciados a la pena capital por el mismo delito. Desde 2013, el gobierno de Abdelfatah al Sisi ha intensificado la campaña de represión contra miembros de los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista.