Un juzgado de la ciudad colombiana de Bucaramanga decidió este martes aplazar para el venidero 15 de julio la audiencia condenatoria contra ocho militares hallados culpables por la ejecución extrajudicial de dos jóvenes civiles en 2008.
El aplazamiento fue considerado como una burla por madres, esposas, hijos y familiares de las víctimas, quienes convocaron a un plantón frente al Palacio de Justicia de Bucaramanga, capital de departamento de Santander.
Al anunciarse la decisión que prolonga la sentencia, en ese recinto se escucharon voces de rechazo e indignación.
En un primer fallo condenatorio relacionado con lo que se conoce en Colombia como «falso positivo» (ejecución extrajudicial), los militares fueron hallados culpables por los delitos de desaparición forzada y homicidio agravado.
Además, los comandantes del batallón fueron inculpados de los delitos de falsedad en documento público y peculado por apropiación de recursos.
Los procesados son un coronel, un teniente, un sargento y cinco soldados, quienes presuntamente asesinaron en 2008 a los jóvenes Andrés Pesca y Eduardo Garzón en una operación ilegal que adelantaron los uniformados en Cimitarra, departamento de Santander.
Estos ocho uniformados se encuentran actualmente recluidos a la espera de conocer la pena a la que serán sometidos, luego que fueran declarados culpables el pasado 3 de junio.