La actividad forma parte de la exposición Suite Iberia: la arquitectura de influencia española en Caracas|Los aportes de Bergamín al diseño de los cines de Caracas se revisarán hoy en la Sala TAC

Como parte de la programación de actividades complementarias de la exposición Suite Iberia: la arquitectura de influencia española en Caracas, esta tarde a las 6:00 pm, en la Sala Trasnocho Arte Contacto (TAC) del Trasnocho Cultural, en Las Mercedes, el docente Nikolajs Sidorkovs conversará sobre los aportes del español Rafel Bergamín a la arquitectura que configuró a la capital venezolana durante la primera mitad del siglo XX.

La ponencia del arquitecto Nikolajs Sidorkovs, autor del libro Los cines de Caracas en el tiempo de los cines (1995), se concentrará especialmente en los cambios que introdujo el madrileño en el esquema convencional de la época en cuanto al diseño de los auditorios dedicados al séptimo arte, aportes que sobrepasaron lo arquitectónico para trastocar los paradigmas en las relaciones de una sociedad excluyente y despectiva en contra de las clases más desposeídas.

DISEÑO INCLUSIVO

En conversación con el Correo del Orinoco, Sidorkovs explicó que en los cines de la Caracas de comienzos de 1930 la gente de poco recursos que solo podía acceder a las localidades más económicas (balcón), no tenían donde esperar que comenzara la función luego de comprar el boleto. El lobby era exclusivo para quienes asistían a las butacas del patio.

Además, recordó el arquitecto y docente, luego de subir unas largas esclareas de apenas un 1,25 metros de ancho, la gente finalmente se sentaba en unos bancos de iglesia desde donde veían la película sobre una pantalla ubicada “a casi una cuadra de distancia”. Por si esto fuera poco, la audiencia del balcón no contaba con el privilegio de los sanitarios.

La oportunidad justiciera de Rafael Bergamín llegó cuando unos inversionistas lo llamaron para diseñar una nueva sala en el centro de Caracas, donde estaban los llamados cines de estreno de la ciudad entre los que figuraban el Principal y el Rialto, entre otros.

Esta nueva sala, nada menos que el Cine Ávila, hoy desaparecido, fue la primera en disponer un lobby común en el que podían esperar y socializar todas las usuarias y los usuarios independientemente del precio de su entrada. Las escaleras eran más cómodas en tanto más anchas. En el balcón se cambiaron los bancos de iglesia por las más cómodas butacas y, ahora sí, todos tenían acceso a los necesarios sanitarios.

Con esos simples y lógicos elementos, a juicio de Sidorkovs, Rafael Bergamín cambió los paradigmas e impuso nuevos esquemas en el diseño y configuración de las salas de cine y los teatros de la capital venezolana.

NUEVOS COLORES

A parte de esos potentes cambios, en los conservadores años treinta el arquitecto madrileño “tuvo la osadía de atreverse a cambiar” el esquema de colores de los cines que invariablemente combinaban las paredes beis y las butacas rojas. En el Cine Ávila, recordó Nikolajs Sidorkovs, las paredes eran azul celeste con bordes blancos, los zócalos negros y las cortinas plateadas. “Aquello era como entrar a un gran congelador, elegante y acogedor”, describió el ponente.

Luego del Ávila, Bergamín diseñó el Cine Hollywood, en La Candelaria, donde experimentó también con una nueva y diferente paleta de colores en la cual predominaban el rosa viejo, el vino tinto y el terracota. Igualmente creó el Cine Las Acacias, al comienzo del extremo oeste del bulevar de Sabana Grande y otras salas de barrio como Diana, en San Martín y Virginia, en Los Dos Caminos.

LA MODERNIDAD

Por otra parte, el ponente señaló que Bergamín jugó un rol primordial en la introducción de la modernidad en el panorama de la arquitectura caraqueña. Antes del Cine Ávila, los auditorios de se tipo en la capital se acercaban a las tendencias neoclásicas y el eclecticismo. “No tenían nada que ver con la época. A partir del año 1939, cuando López Contreras, Venezuela participó en la Feria Mundial de Nueva York donde se concentró la modernidad en la arquitectura. Todo eso impulso grandes cambios en la arquitectura del país y Bergamín formó parte de eso”, acotó Sidorkovs.

Rafael Bergamín fue expulsado de España en 1938 cuando la dictadura de Francisco Franco. Su destino inicialmente era Colombia. En ese entonces otro arquitecto español que venía a Venezuela no pudo salir de la nación Europea y Bergamín vino a Caracas para sustituirlo. Gracias a sus aportes se quedó en Venezuela para la eternidad.

Nikolajs Sidorkovs puntualizó que Bergamín formó parte del equipo encabezado por Josep Lluís Sert y Luis Lacasa que diseñó el pabellón de España en la feria Internacional de París, en 1937. Ese espacio se hizo especialmente famoso cuando Pablo Picasso lo tomó como una vitrina internacional para mostrar lo que ocurría en su país, interpretado en el famoso cuadro Guernica.

Como una reminiscencia de eso, en el Cine Ávila Bergamín encargó al artista venezolano Rafel Rosales un mural que aún persiste en el clausurado auditorio. “Rosales era un buen pintor poco conocido y Bergamín le dio esa oportunidad para destacarse. El mural se ha salvado hasta ahora porque está en un nivel alto donde no lo han podido tocar”, detalló Sidorkovs.

Esa imagen del mural, junto con otras incluidas en el mencionado libro de Nikolajs Sidorkovs, formarán parte de la intervención del arquitecto y docente esta tarde en la sala TAC.

SOBRE LA MUESTRA

La exhibición Suite Iberia: la arquitectura de influencia española en Caracas, inaugurada el mes pasado en la Sala TAC, se propone mostrar las diversas influencias de la cultura arquitectónica y urbana española en la construcción de la Caracas moderna de 1900 a 1970.

Luego de casi dos años de trabajo, la curadora Hennia Gómez articuló un discurso en homenaje a los 448 años de Caracas segmentado en 25 capítulos, identificados con frases contenidas en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Cervantes.

La propuesta incluye el trabajo de 27 autores de origen español que desarrollaron su obra en Venezuela, como lo fueron Valentín Beato Téllez, Rafael Bergamín, Félix Candela Outeriño, Juan Capdevila Elías, Francisco Iñiguez de Luis Amós Salvador Carreras y Logroño, Javier Yárnoz Larrosa, Urbano de Manchobas Careaga, José Lino Vaamonde y Manuel Mujica Millán.

Texto/Luis Jesús González Cova
gonzalez-I@correodelorinoco.gob.ve
Foto/Jonathan Manzano
Caracas