El golpismo tiene una mata, no sé si de guayaba o de guaritoto.
Cada cierto tiempo reverdece en botiquines, peluquerías y saunas.
Después del 6-D, en medio de la sequía, la están regando.
Es un árbol genealógico y sus ramas siempre conducen –obvio- a una conspiración.
Su ramificación es más o menos así: “…mi cuñado tiene una prima casada con el hermanastro de un coronel que le informó a su abuela: viene un golpe”.
En Venezuela, en cada casa hay una mata organopónica de esas.