Para combatir las operaciones de divisas|Argentina amenaza con mano dura contra el mercado negro del dólar

El Gobierno argentino anticipó, este miércoles, que prepara medidas para combatir las operaciones de divisas en el mercado negro, donde el peso no deja de perder valor a diario, añadiendo presión sobre una de las tasas de inflación más altas del mundo.

Pese a las amenazas, la moneda argentina perdía un 1,25 por ciento para tocar la barrera psicológica de 12 unidades por dólar a las 10:30 hora local, aunque los operadores cambiarios dijeron que realizaban negocios con cautela por temor a represalias.

Aunque no quiso adelantar las acciones específicas que tomará la administración de la presidenta Cristina Fernández contra las cada vez más populares compras de dólares en el mercado paralelo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que sumará al Poder Judicial a la cruzada.

«Las acciones que va a hacer el Gobierno no las va a divulgar anticipadamente. Nosotros, todo lo que sea de carácter ilegal, vamos a combatirlo con una sola herramienta: la ley», explicó en su conferencia de prensa diaria.

«Y pretendemos sea acompañada no solamente con acciones del Poder Ejecutivo sino también del Poder Judicial, porque efectivamente aquellos quienes efectúan transacciones ilegales tienen que efectivamente estar sometidos a la Constitución y las leyes que reglamentan su ejercicio», dijo.

El mercado negro se convirtió en el único acceso al dólar para los ahorristas argentinos que buscan protegerse de la alta inflación luego de que Fernández impusiera un control de cambios a fines del 2011 para cuidar los escasos dólares que genera la economía.

Este mercado existe desde hace décadas y ha sido tolerado por distintos gobiernos. Meses atrás, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dicho que no cometían un delito las decenas de personas que deambulan por las calles del centro de Buenos Aires ofreciendo divisas.

Pese a los rígidos controles cambiarios, el derrumbe de las reservas del Banco Central no se ha detenido y la entidad debe salir a diario a inyectar divisas para mantener funcionando una economía que muestra señales de debilidad por una inflación que rondó el 25 por ciento en el 2013, un tipo de cambio oficial elevado que perjudicó las exportaciones y pobres niveles de inversión extranjera.

T y F/Reuters