El Reino Unido ignora con prepotencia el reclamo mayoritario del mundo de dialogar con Argentina sobre las Islas Malvinas, y elige una vez más el camino de la militarización, denunció este jueves la embajadora María Cristina Perceval.
En declaraciones a Prensa Latina, la representante permanente argentina ante Naciones Unidas condenó el anuncio de Londres de reforzar y modernizar su presencia bélica en el archipiélago que ocupa desde 1833, bajo el argumento de la existencia de una «amenaza muy viva» de conflicto.
De acuerdo con la diplomática, nuevamente la potencia europea esgrime cuestiones absurdas e inverosímiles, enmarcadas en escenarios electoreros.
«Los que no somos una amenaza, amenazamos según ellos a quienes de manera constante nos amenazan. En este caso, nosotros enarbolamos una bandera de soberanía, diálogo e integridad territorial, mientras el Reino Unido utiliza el tema como un mecanismo degradante de su política interna», advirtió.
Hace poco más de una semana, el secretario británico de Defensa, Michael Fallon, señaló en el Parlamento la supuesta necesidad de modernizar las fuerzas desplegadas en las Islas Malvinas.
Perceval precisó que tal postura militarista no sorprende, porque la potencia con escaño fijo en el Consejo de Seguridad apuesta por el lucro de las soluciones mediante el uso de la fuerza para resolver las diferencias.
El camino de la violencia no cabe en una zona de paz y cooperación como el Atlántico Sur, subrayó.
La embajadora destacó que esta semana Argentina presentó una queja formal al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al presidente del Comité Especial de Descolonización, el ecuatoriano Xavier Lasso, y al presidente del Grupo de los 77 más China, el sudafricano Kingsley Mamabolo.
No presentamos nuestro reclamo en soledad, nos acompañan América Latina y la mayoría de los países del mundo, que creen en la negociación civilizada, dijo Perceval, quien recordó el llamado de Naciones Unidas a solucionar la disputa mediante el diálogo, convocatoria escuchada durante el último medio siglo.
El Reino Unido demuestra de manera recurrente que no le interesa ese camino, por el cual seguiremos luchando con dignidad ante la prepotencia odiosa y el monólogo de las amenazas, sentenció.