La Secretaría de Comercio Interior argentina ordenó a cinco petroleras, cuatro de ellas transnacionales, a vender el gasoil para el transporte público a un precio no mayor que el ofrecido en las estaciones de servicio.
La decisión resulta de las investigaciones emprendidas por ese ente tras una denuncia de las ocho cámaras de transporte de pasajeros y de carga en el sentido de que esas firmas les venden el combustible a precios superiores.
Esas instituciones acusaron a las empresas Repsol-YPF, Shell, Esso, Petrobras Argentina y Oil de abuso de posición dominante en el mercado de combustibles.
La disposición, divulgada por el sitio web de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, también indica a esas firmas que suministren el gasoil en condiciones no discriminatorias.
En tal sentido, agrega, las compañías petroleras deberán mantener la modalidad logística actual de entrega de combustible a las empresas de transporte público automotor de pasajeros, y deberán suministrar, al menos, el mismo volumen que proveían al momento de notificarse la resolución.
La semana pasada, el ministro de Planificación argentino, Julio De Vido, pidió investigar en profundidad esta distorsión del mercado que afecta a los servicios públicos de carga y pasajeros, con diferencias en los precios que «llegan hasta 30 por ciento del precio de gasoil a granel».
El gobierno realiza estas acciones porque se pone del lado de la gente, afirmó a la prensa el vicepresidente Amado Boudou, a cargo en ese momento del Poder Ejecutivo.