Miles de argentinos realizaron este jueves un segundo ‘ruidazo’ como medida de protesta contra los aumentos de las tarifas de servicios públicos implementados por el Gobierno de Mauricio Macri.
La actividad se lleva a cabo a menos de un mes del primer cacerolazo masivo de la gestión de Macri.
Al ruidazo se sumaron habitantes de todo el territorio nacional, quienes haciendo uso de cacerolas, aplausos, bocinas y silbatos, salieron a las principales esquinas de sus ciudades para hacer sentir su repudio hacia las políticas del Ejecutivo nacional.
Desde las 20H00 hora local (23H00 GMT) el reclamo se empezó a sentir tanto en las grandes capitales del país (Mendoza, Córdoba, Rosario) como en distritos más pequeños.
«No hay bolsillo que aguante», decía uno de los carteles en la protesta que se desarrollaba esta noche frente a la residencia presidencial en la localidad de Olivos, en las afueras de Buenos Aires.
Según informan medios locales, la protesta también tuvo gran receptividad en lugares donde el macrismo tuvo excelentes resultados electorales, como Córdoba y Mendoza. Además, se sumaron reclamos de taxistas y comerciantes.
Desde que Macri llegó al Gobierno se han registrado incrementos en las tarifas de los servicios de electricidad, gas, agua y transporte público. Todo esto en paralelo al aumento de la pobreza y el desempleo en ese país.
Mauricio Macri asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2015 y desde entonces ha sacudido la economía del pueblo con un paquete de medidas neoliberales, que van desde el incremento de la gasolina, el gas, el agua, la electricidad y hasta el transporte.
Sus políticas neoliberales han dejado sin empleo a miles de argentinos, y además han devaluado el salario de los ciudadano, recortándoles así la posibilidad de tener una vida digna.